Varios sectores de la izquierda abertzale difieren de la forma de actuar de ETA, a quien tachan, según las fuentes del diario El Correo, de hacer gala de "incompetencia política".

Según estas fuentes, dos de los destacados dirigentes más críticos dentro de la izquierda radical serían el portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, y el secretario general del sindicato LAB, Rafa Díez Usabiaga.

En conversaciones privadas habrían admitido que se sienten dirigidos y tutelados por la banda, llegando a expresar en varias reuniones el "hartazgo" por la manera de llevar las negociaciones con el Gobierno.

Según estos sectores, la banda no actuó conforme a una estrategia clara ni al romper el alto el fuego ni en el comunicado en el que se atribuyó la autoría.

Estas críticas vendrían a refrendar las declaraciones de Otegi el día del atentado y las posteriores, donde afirmó que el comunicado de la banda había creado "confusión".

De ser ciertas las acusaciones, se confirmaría la tesis de la existencia de fuertes disensiones en la izquierda abertzale por los últimos pasos de ETA y la incertidumbre acerca de los que todavía están por dar.