La consellera de Educación de la Generalitat Valenciana, María José Català, ha expresado en el Senado el apoyo de su gobierno a la LOMCE por la reforma que introduce, imprescindible a su juicio tras doce leyes educativas que "no han producido los efectos deseados".

En su intervención ante la Comisión General de Comunidades Autónomas del Senado, que debate la incidencia autonómica de la ley, la representante valenciana ha pedido una reflexión sobre el panorama educativo español y ha criticado que el debate se haya politizado y se haya "hablado más" de estatutos de autonomía que de la situación de la educación.

En su opinión, las sucesivas leyes educativas han dado resultados que "no son buenos" y las comparaciones sitúan a España "en clara situación de debilidad", ha dicho, repasando a continuación distintos estudios internacionales.

"Pretender seguir con un sistema que pierde por el camino a uno de cada cuatro alumnos no es lo propio de un país que se preocupa por sus ciudadanos", ha agregado Català, que también ha asegurado que las inversiones realizadas en el sistema educativo no han dado "los resultados esperados". Nos encontramos con voces que nos dicen que nos quedemos inmóviles. Hay razones y motivos para evolucionar", ha insistido.

En busca de la homogeneidad

María José Català ha defendido que la ley garantiza una organización homogénea entre comunidades, entre las que existen hasta 40 puntos de diferencia en algunos indicadores, ha dicho, una situación que no puede perdurar.

La consellera también ha defendido que la ley no invade las competencias autonómicas en educación y ha subrayado que las comunidades podrán trabajar sobre el peso de la lengua cooficial, algo que "agrada" a su Gobierno, "buscando el equilibrio y sin menoscabo de incluir una o más lenguas extranjeras".

"A mi Comunidad le interesa que nuestros ciudadanos puedan hablar bien el castellano, el valenciano y el inglés y los ciudadanos no tienen que elegir en qué lengua estudiar, pueden hacerlo en las tres", ha dicho.

La valenciana también ha negado que la ley ataque la escuela pública y ha asegurado que la LOMCE garantiza la libertad de los padres para elegir. "Creo y confío en la escuela pública", ha sentenciado.