El consejero de Política Territorial e Interior, Antonio Suárez, se ha desplazado a Oviedo para participar, junto con los consejeros de Asturias, Castilla y León y Galicia, en el I Encuentro Interterritorial por el Cambio Demográfico que tendrá lugar este lunes.

En esta cita, en la que participan las cuatro Comunidades autónomas pertenecientes a la Red Europea sobre Desafíos Demográficos, se firmará una Declaración Institucional en la que se dice expresamente que "más allá de la evolución coyuntural, la crisis demográfica se ha convertido en uno de los principales retos a afrontar por la Unión Europea, el Gobierno de España y las Comunidades".

En ese sentido, las cuatro regiones propondrán líneas de trabajo conjunto y reclamarán cambios en los sistemas de financiación, tanto autonómico como europeo.

Antonio Suárez ha recordado que "la despoblación, la dispersión y el envejecimiento son factores que nos afectan a las cuatro Comunidades que nos vamos a reunir" y ha señalado que "pronto va a venir el debate sobre los Fondos Estructurales 2014-2020 de la Unión Europea y el debate sobre la financiación autonómica".

Así, ha considerado que "hay que plantear como objetivo el necesario reequilibrio del territorio sobre la base de que haya posibilidades de asentamiento en zonas despobladas. Para eso hay que llevar actividad económica apostando por las ciudades intermedias que son las que pueden, con sus áreas de influencia, generar crecimientos demográficos".

Densidad de población

El consejero ha manifestado que la baja densidad de población (hay Comarcas como el Maestrazgo con sólo 3 habitantes por kilómetro cuadrado) y la dispersión (más de 1.600 núcleos habitados en Aragón) encarecen la prestación de los servicios.

Por eso, ha asegurado, "es necesario hacer valer en la financiación autonómica los criterios que ya recoge el Estatuto de Autonomía: Despoblación, envejecimiento y dispersión".

El modelo de financiación vigente prima, sobre todo, la población. Así, con respecto al modelo de 2001, la población supone el 97 por ciento del Fondo, frente al 94 por ciento del modelo de 2001.