El director y actor holandés Diederick Ebbinge ha acercado este viernes a la Sección Oficial de la 58 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) 'Matterhorn', un cuento sobre la liberación en un contexto de trasfondo religioso que luchará por la Espiga de Oro, máximo galardón del festival.

Durante la rueda de prensa posterior a la proyección de la película, que ha sido recibida con aplausos y algún pateo por el público de Valladolid, Ebbinge ha aclarado que su cinta, que tuvo su origen en un corto sobre este mismo tema, responde a su deseo de realizar un trabajo sobre la liberación y la búsqueda que todas las personas hacen de algún modo de "liberación".

La historia, "universal", no es en cualquier caso un retrato realista sino un "cuento" que aunque aborda el tema religioso, trasfondo de toda la historia, no se posiciona contra él. "El mensaje tiene que ver con cualquier tipo de fundamentalismo", ha aclarado antes de matizar que en pleno debate, por ejemplo, sobre el Islam, hay actitudes "que se limitan a gritar", ante lo que él apuesta por aportar un enfoque "más suave" y por escuchar.

Interpretada por dos amigos en la vida real cuya forma de trabajar "físicamente" admira el director, la historia se acerca al personaje de Ted, un hombre metódico y solitario que coge siempre el mismo bus para hacer la compra, come siempre a la misma hora y acude religiosamente a la iglesia aunque las cosas cambian cuando, de repente, se cruza en su camino Theo, un hombre silencioso y vagabundo.

Como el buen cristiano que presume ser, Ted lo lleva a su casa, le da de comer y le ofrece una cama; amigo de las lecciones, le educa sobre el modo de comportarse en la mesa y le introduce en su rutina; es en una visita al supermercado donde una familia descubre las dotes de Theo para imitar a los animales, y les invita a actuar en la fiesta de cumpleaños de su hija.

Oyente exclusivo de Bach y abstraído por la pena de la desaparición de su mujer, Ted decide organizar unos números para la fiesta de cumpleaños y comienzan a actuar delante de niños y a ganar un dinero; el objetivo: ahorrar para poder volver a Suiza, al Cervino, lugar donde se declaró a su mujer, Trudy, que murió arrollada por un coche.

La aparición de la esposa de Theo, acostumbrada a sus escapadas tras el grave accidente que sufrió, hace tambalear los planes de Ted, quien vuelve a su rutina religiosa pese a las miradas y críticas de sus vecinos, integrantes de una pequeña sociedad muy conservadora que repudia de antemano su relación sin conocerla.

Un viaje para reencontrarse con su hijo, a quien echó de casa por su condición sexual, su cambio de consideración a propósito de sus creencias religiosas, la desaparición de los fantasmas del pasado de alguno de sus vecinos y su regreso al Cervino con Theo constituyen un punto y aparte en la vida del protagonista.

El orgullo gay

Preguntado por la condición de película pro "orgullo gay" de 'Matterhorn', Ebbinge ha reconocido escuchar ese comentario siempre fuera de Holanda porque en su país la homosexualidad no es un tema candente. "Estoy encantado si la película puede convertirse en una película de culto gay o de liberación homosexual", ha manifestado el director y actor, quien ha explicado que su obra fue concebida inicialmente para la televisión pese a que en su interior mantenía el deseo de poder llevarla a las salas, lo que ocurrió tras su paso por el festival de Rotterdam.

Ebbinge, quien ha introducido a Bach en su película en base a la experiencia de un amigo cuya familia, de fuertes convicciones religiosas, le impedía escuchar otras cosas además de por gusto personal por el compositor, se ha mostrado esperanzado con la creación de una "nueva ola" de cine holandés.