Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) pidieron el jueves la creación de un mercado único digital para 2015, al considerar que la actual fragmentación del mercado es un obstáculo para liberar el potencial de ese sector y que favorezca el crecimiento económico y la creación de empleos.

"Si queremos ser serios sobre el mercado único, tiene que ser digital", indicó el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en una rueda de prensa al término de la primera jornada de la cumbre, en la que los mandatarios europeos aprobaron unas conclusiones sobre cómo impulsar la economía digital.

Van Rompuy señaló que el mercado digital "todavía está fragmentado, nuestra infraestructura estará pronto desfasada, las empresas están luchando por contratar a los especialistas en tecnologías de la información que necesitan".

Los líderes subrayaron que es necesario un "marco jurídico mejorado, predecible y estable" para crear una competencia efectiva y atraer la inversión privada en el ámbito digital, pero permitiendo a los países "flexibilidad" para adoptar medidas adicionales en materia de protección del consumidor.

De entre sus medidas destacaron la importancia de coordinar mejor la asignación de espectro radioeléctrico respetando las competencias nacionales.

Van Rompuy pidió hacer "compromisos clave para conectar verdaderamente nuestro continente derribando fronteras digitales cuando son muy visibles, como los cargos por el 'roaming' (uso del móvil en otros Estados miembros) o cuando la gente compra el línea".

El Consejo Europeo opinó también que la UE necesita un "marco reglamentario adecuado" para promover inversiones necesarias para crear la infraestructura que permitirá lograr los objetivos de velocidad de la banda ancha o el despliegue de nuevas redes 4G.

Además, abogaron por impulsar las condiciones adecuadas para un mercado único de los datos masivos y la computación en nube dando especial atención a unos estándares elevados de seguridad, mientras que para luchar contra el fraude fiscal celebraron la iniciativa de la CE de establecer un grupo de expertos sobre la fiscalidad de la economía digital.

En esa línea pidieron también redoblar los esfuerzos para poner en marcha las iniciativas de identificación electrónica, facturación electrónica y servicios de pago.

Los líderes europeos fijaron también un ambicioso calendario para completar en 2014 la unión bancaria, y acordaron aprobar en diciembre las características de los contratos individuales y del fondo de solidaridad, encaminados a respaldar con recursos europeos reformas estructurales específicas.

Durante el agitado primer día de la cumbre europea, los jefes de Estado y de Gobierno reafirmaron su compromiso con la unión bancaria, cuyo primer pilar, el supervisor bancario único comenzará a funcionar en noviembre de 2014 con la supervisión directa de los 130 mayores bancos, tras unas pruebas de resistencia y de la calidad de activos que comenzará el próximo mes y durará doce meses.

Precisamente en este contexto los líderes recuerdan "la urgencia" de que los países que participarán en el supervisor adopten un planteamiento europeo coordinado de cara a la evaluación global de los bancos por parte del Banco Central Europeo (BCE).

Los líderes subrayaron la necesidad de cooperar plenamente con el BCE para "garantizar una transparencia absoluta y un planteamiento riguroso" de las pruebas, esencial para su credibilidad.

Los Estados miembros deben tener todo preparado, incluidos los mecanismos nacionales de protección, para responder ante eventuales necesidades de capital o rescates, señalaron.

En todo momento se aplicarán las normas sobre ayudas estatales, que prevén que los bancos reúnan el capital por sus propios medios, acudiendo al mercado o imponiendo quitas sobre los accionistas y bonistas júnior, antes de recurrir a fondos públicos.