Reclaman que los obreros de la construcción se jubilen a los 60

  • El sindicato UGT argumenta que en este sector los trabajadores padecen muchos años de penosidad y toxicidad.
  • En Madrid hay unos 35.000 obreros entre los 55 y 60 años y unos 8.000 superan ya los 65.
Juan Hernández, encargado de obra (SERGIO GONZÁLEZ)
Juan Hernández, encargado de obra (SERGIO GONZÁLEZ)
SERGIO GONZÁLEZ
Juan Hernández, encargado de obra (SERGIO GONZÁLEZ)
El sector de la construcción no sólo deja una larga lista de fallecidos en accidente laboral. En este trabajo se juntan también "la penosidad, la peligrosidad y la toxicidad", tres ingredientes que al cabo de unos años se dejan sentir con fuerza en la salud de los obreros, sobre todo de aquellos que superan los 60 años y que aún siguen en activo.

El sindicato UGT inició ayer una campaña por varias obras de la capital para recordarle a los obreros una

vieja demanda: que la edad de jubilación entre las personas que están a pie de obra se reduzca de los 65 años que marca la ley a los 60 sin que se afecte la cuantía de su pensión.

En Madrid hay unos 35.000 obreros entre los 55 y 60 años y unos 8.000 superan ya los 65.

"En este sector  los trabajadores soportan largas jornadas y desplazamientos, así como la exposición a sustancias químicas o a las inclemencias meteorológicas", decía ayer Tomás Martínez, secretario general de la Federación de Construcción de UGT.

Periodo de cotización

El sindicato considera que los trabajos que se llevan a cabo en la construcción requieren de un esfuerzo y de unas condiciones físicas que hacen que los obreros tengan "el perfil idóneo para una jubilación anticipada".

Para poner en marcha su iniciativa, UGT propone que se tengan en cuenta, entre otras cosas, los años de cotización en la Seguridad Social.

A pie de obra

Juan Hernández Encargado de obra, 53 años.

"Tengo problemas de oído"

Me encantaría jubilarme antes
A lo largo de 32 años en el sector de la construcción, Juan Hernández ha llegado a trabajar hasta catorce horas diarias con descansos de sólo un día a la semana. Son ya muchos años, dice, y el cuerpo empieza a notarlo. "Me encantaría jubilarme antes", confiesa sin reparos. Las circunstancias de un trabajo como el suyo ya se notan: "El cuerpo se queda sin reflejos y pierdes facultades. Yo tengo problemas de oído". 

José Carretero. Técnico de seguridad, 55 años.

"El deterioro físico es brutal"

Antes de ser técnico de seguridad, José Carretero estuvo casi quince años "picando piedra y abriendo zanjas". En este trabajo, dice, "el deterioro físico es brutal".

Al cabo de unos años de duro trabajo, los esguinces, explica, se hacen más frecuentes y los codos y las muñecas acaban destrozados. A ello se suman las largas jornadas y las prisas. "Las empresas lo único que quieren es acabar la obra para empezar otra".

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