Juzgan este martes a un profesor acusado de abusar de dos alumnas menores de un colegio de Linares

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Jaén juzga desde este martes a un hombre al que la Fiscalía atribuye la autoría de tres delitos de abusos sexuales y uno de exhibicionismo cometidos supuestamente contra dos alumnas menores de edad del colegio en el que impartía clases de Lengua y Francés, ubicado en la ciudad jiennense de Linares, hechos por los que el Ministerio Público solicita una pena total de 23 años de prisión.

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Jaén juzga desde este martes a un hombre al que la Fiscalía atribuye la autoría de tres delitos de abusos sexuales y uno de exhibicionismo cometidos supuestamente contra dos alumnas menores de edad del colegio en el que impartía clases de Lengua y Francés, ubicado en la ciudad jiennense de Linares, hechos por los que el Ministerio Público solicita una pena total de 23 años de prisión.

Según relata la fiscal en su escrito de calificación, al que ha tenido acceso Europa Press, los hechos se remontan al curso 2009/2010, cuando el procesado "comenzó a ganarse la confianza" de una alumna de once años que cursaba primero de ESO, y con la que, "especialmente" a partir del siguiente año académico, se mostraba "más cariñoso que con el resto del alumnado".

A medida que la relación entre ambos se convertía en "cada vez más estrecha", el acusado —que por entonces tenía 37 años de edad— le refería a la menor "la crítica situación por la que atravesaba su matrimonio, entre otras cuestiones personales, al tiempo que la animaba a que se sincerara con él, provocando y alimentando una relación entre ambos más allá de la estricta profesor/alumno".

"Una vez conseguida la confianza absoluta de la alumna y de convencerla de su enamoramiento, el procesado comenzó a quedar con ella fuera del horario escolar desplazándola en su vehículo a las afueras de Linares en numerosas ocasiones y provocando encuentros sexuales cuando la menor contaba con doce años de edad", según agrega la fiscal en su escrito.

Así las cosas, el profesor, "movido por un claro ánimo de satisfacer sus más bajos instintos lúbricos, le realizaba tocamientos y masturbaciones", que la menor "consentía (...) en la creencia y convencimiento de su obligación de agradar al procesado".

Finalmente, en enero de 2011 ambos "culminaron el acto sexual", cuando la niña contaba con 13 años de edad, después de que el encartado hubiera "convencido" a su alumna "previamente (...) de que no pasaba nada, que todo era normal y de que actuaba así porque la quería" y "estaba completamente enamorado de ella".

La relación "se extendió durante todo el curso y el siguiente en el que la menor cursaba tercero de ESO", cuando el procesado seguía siendo su profesor, y ha podido provocar en esta alumna, según señala la Fiscalía a partir de un informe psicológico, "problemas a largo plazo en las esferas de sus relaciones personales afectivas y sexuales, en relación con el sentimiento de confianza inter e intrapersonal pudiendo influir en la percepción y desenvolvimiento de las relaciones familiares que redundarían en la recuperación".

Además, el encartado, "valiéndose de las mismas técnicas", comenzó en septiembre de 2011 a "mantener contactos cada vez más asiduos y personales" con otra alumna de tercero de ESO, que tenía entonces 15 años, y con la que "en diciembre" de ese año logró mantener "relaciones sexuales completas pese a la reticencia inicial de la menor".

"De la misma forma" que como hacía con la otra alumna, el procesado pedía a esta menor "que mantuviese en secreto su relación", provocándole "sentimientos de culpa" cuando ésta "trataba de finalizar con la misma", según la fiscal, que apunta que esta joven podría presentar "a largo plazo" los mismos "problemas" que su compañera como consecuencia de esta relación.

A todo ello hay que sumar que "el 30 de enero de 2012", el procesado —que fue "despedido" del centro en el que trabajaba el 22 de febrero del pasado año—, "movido por el ánimo de obtener placer sexual, comenzó a masturbarse en la clase de Primero de Primaria en la que se encontraba haciendo una sustitución, siendo observado por una menor de siete años".

Solicitudes de penas

Así las cosas, el Ministerio Público, que remarca en su escrito que el acusado "padece un trastorno sexual no especificado de tipo compulsivo que en nada afecta a la noción de ilicitud del hecho y de la procedencia de una pena, y que no le ocasiona merma en su conducta y voluntad", considera al encartado autor de un delito continuado de abusos sexuales sobre menor de 13 años, de otros dos de abusos sexuales —uno de ellos sobre la primera alumna— y de otro de exhibicionismo.

Por el delito continuado de abusos sexuales solicita una pena de diez años de cárcel, así como la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de la alumna o de su domicilio "o de cualquier otro lugar frecuentado" por ésta, y de comunicarse con ella "por cualquier medio" durante un periodo de tiempo de once años.

Igualmente, por cada uno de los dos delitos de abusos sexuales, el Ministerio Fiscal pide una pena de seis años de prisión —por tanto, doce años entre ambos— y las mismas prohibiciones de acercamiento y comunicación con sendas víctimas, pero por un periodo de tiempo de siete años en cada caso.

Por último, solicita un año de cárcel por el delito de exhibicionismo, que acompaña con una petición de inhabilitación para el ejercicio de la docencia por un periodo de seis años, una solicitud que la Fiscalía acompaña en cada una de sus peticiones.

Además, el Ministerio Público pide que el encartado pague una indemnización de 5.000 euros a la alumna que tenía menos de 13 años cuando comenzó a ganarse su confianza, y de 3.000 euros para la otra de la que supuestamente abusó.

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