Varios miles de personas han secundado este viernes en Arrasate la manifestación convocada por el Consejo Social de Fagor Electrodomésticos, que ha exigido una "respuesta urgente" a su petición de "compromiso con el empleo" y "una solución al endeudamiento de los socios por las pérdidas generadas".

Una pancarta con el lema en euskera "En defensa de nuestros puestos de trabajos" abría la marcha, que ha partido de la factoría de Fagor en el barrio de San Andrés y ha concluido en la sede central de la Corporación Mondragón, tras un recorrido con varias paradas en otras cooperativas del grupo, entre ellas, Lagun Aro, la entidad de previsión social que tendrá que hacer frente ahora a las prestaciones de los socios en paro.

La incógnita sobre el futuro de estos trabajadores pesaba este viernes en el ánimo de los manifestantes, y también el temor a que la caída de Fagor Electrodomésticos hunda la economía de la comarca del Alto Deva.

Los aplausos a los manifestantes se han sucedido a lo largo del todo el trayecto, a cuya conclusión el presidente del Consejo Social de la empresa, Exabier Arrieta, ha leído un comunicado en el que los cooperativistas de Fagor Electrodomésticos alertan de las repercusiones "devastadoras" que la crisis de esta empresa emblemática tendrá "para el valle, Euskadi y el ámbito nacional e internacional".

Han calificado de "dramática" la situación que viven los socios de la compañía, pero también la de los proveedores. "Han creído en nosotros hasta el último minuto", ha destacado Arrieta.

Han reclamado también una solución "a las obligaciones económicas para con los socios: aportaciones voluntarias y préstamos de socios inactivos", así como que no pierdan su condición de socios trabajadores.

Los trabajadores de Fagor Electrodomésticos y Edesa -han llegado en dos autobuses desde Basauri (Vizcaya)- han pedido además que se concrete un plan de viabilidad que soporte los casi 2.000 empleos que ahora están en juego.

Los de Edesa, además, han aclarado que lo único que les diferencia de los otros cooperativistas es que están adscritos al régimen de la Seguridad Social, por lo que han pedido "el mismo trato" que el resto de socios, ha dicho una portavoz.

No se ha coreado consigna alguna durante la manifestación, salvo ante la sede de Laboral Kutxa, la entidad financiera de la Corporación Mondragón, donde se han oído algunas voces en defensa de los puestos de trabajo de los cooperativistas.

Tras esta parada junto a la caja de ahorros de MCC, la marcha ha concluido a escasos metros, ante la sede central de la Corporación Mondragón, en cuyo germen estuvo Fagor Electrodomésticos hace más de medio siglo.

"Fagor es la madre, todo ha salido de aquí y ahora nos dejan abandonados. La única salida es que MCC tome las riendas, tire hacia adelante con lo que es rentable y cierre el resto", decía Guadalupe, una mujer que lleva trabajando 37 años en la compañía.

Ella y muchos otros socios coincidían en que la situación a la que ha llegado la empresa es consecuencia de una mala gestión.

Ana, otra de las socias, que sabían que las cosas no iban bien en la cooperativa, pero que quizá han pecado de "ilusos" al suponer que los gestores iban a lograr "sacar adelante" la empresa, cuando además, según ha asegurado, cinco o seis de ellos han dejado la compañía "y alguno para irse a la competencia".

También coinciden en que la crisis general no ha ayudado al estado de Fagor Electrodomésticos, pero insisten en que el problema fundamental ha sido de la gestión ineficiente de "una pandilla de inútiles", como afirmaba un jubilado que trabajó 34 años en la compañía.

Además de vecinos de Arrasate y familiares de los socios, se han sumado a la protesta sindicatos como ELA y LAB y empleados de otras cooperativas del grupo, como Luismi, trabajador de Fagor Ederlan, del sector de automoción, que ha mostrado su miedo a que lo ocurrido con Fagor Electrodomésticos convierta la zona en "otra Margen Izquierda" (de Bilbao), aunque esta vez sin reconversión industrial.

Ha dicho que el cooperativismo "tiene unos cimientos que se han tambaleado", pero él cree en el modelo y ha dicho que la solidaridad en MCC "ha sido y debe ser efectiva".

La crisis de Fagor Electrodomésticos ha sacado a la luz otro problema que se vive en la cooperativa desde hace casi un año, el de las aportaciones voluntarias y préstamos de capital social, que según han denunciado varios socios puede acarrear la pérdida de los ahorros de muchos de ellos.

Algunos han constituido ya una plataforma, que han llamado Ordaindu (Pagad), para defender los intereses de los afectados, que calculan que pueden ser unos 200 por las aportaciones voluntarias -de socios en activo e inactivos-, aunque desconocen el número de los que han realizado préstamos de capital social porque son prejubilados y los responsables de Fagor no les facilitan este dato.

Isidro Sánchez, uno de sus portavoces, explicaba  en qué consisten estas aportaciones, que podrían sumar, ha dicho, unos 40 millones de euros.

"Son ahorros de socios en activo y de prejubilados, quienes en vez de ir a un banco, han ingresado su dinero en la cooperativa para que ésta invierta en temas económicos a cambio de unos intereses semestrales", ha explicado Sánchez, quien ha precisado que, en caso de reclamar esas aportaciones, el contrato establece que deben devolverse en el plazo de un mes.