Las perreras y protectoras de Madrid están desbordadas pese al aumento de las adopciones

  • La crisis provocó una avalancha de abandonos de mascotas de la que los ayuntamientos y las asociaciones privadas aún no se han recuperado.
  • La mayoría de los centros se encuentran casi al 100% de su capacidad.
  • Natalia, adoptante: "La gente que deja animales en la calle no tiene corazón".
Perros abandonados enla protectora de animales Proa, en Madrid.
Perros abandonados enla protectora de animales Proa, en Madrid.
JORGE PARÍS
Perros abandonados enla protectora de animales Proa, en Madrid.

La conciencia de los habitantes de la región acerca de las mascotas está creciendo, pero aún no es suficiente. Según los datos recogidos en los 18 centros públicos y 10 protectoras privadas incluidas en la red de adopciones de la Comunidad de Madrid, el número de animales que encontró un hogar en los primeros seis meses de 2013 ha crecido un 10,6% respecto al mismo período del año pasado. Los abandonos, sin embargo, se mantienen y apenas descienden un 2,2%.

En total, 3.971 animales dejaron sus cheniles (compartimentos a cubierto que pueden incluir un patio de pocos metros cuadrados al aire libre) entre enero y julio. De ellos, 2.743 eran perros y 1.228, gatos. La cifra supera las 3.590 adopciones registradas en el primer semestre de 2012, en lo que es una tendencia "muy positiva" para la Consejería de Medio Ambiente. Las cifras, sin embargo, son irregulares.

Las adopciones han bajado un 7% en Madrid capital, según los responsables del centro de acogida municipal. La cifra es similar en Móstoles, donde la caída acumulada entre 2009 y 2012 rozaba el 33%. En Fuenlabrada, el número se mantiene "estable". Alcobendas, en la zona norte, no ha notado cambios. En Leganés, van a menos.

Salvo excepciones, los expertos atribuyen la mejora de las cifras no a las perreras municipales, sino a las asociaciones animalistas privadas que colaboran con el Ejecutivo regional.

"Estamos más acostumbrados a movernos", presume Pilar del Cañizo, presidenta de la Asociación Nacional de Amigos de los Animales (Anaa). Este colectivo da salida a más de 1.000 mascotas al año, aunque lo hace, en buena parte, gracias a las adopciones internacionales. "Es una vergüenza que tengamos que invertir esfuerzo personal y dinero en enviarlos a Alemania porque allí tienen una conciencia de la que aquí carecemos", critica Cañizo.

Aranjuez Protección Animal (Arpa) ha logrado que el ayuntamiento de la localidad no sacrifique a ningún perro o gato en los dos últimos años y que prácticamente toda mascota que entra encuentre nuevos dueños. "Podemos acoger hasta 50 animales, pero en la actualidad tenemos pocos. La gente se ha concienciado y, en lugar de comprar, adopta. En 2012 conseguimos un hogar a unos 300 perros y gatos, pero ha sido con mucho esfuerzo y gracias nuestros voluntarios. La mejoría es transitoria. Queda mucho por hacer", advierte Curra González presidenta de Arpa.

En el caso de El Refugio, que no colabora con la Comunidad y se financia gracias a donantes o socios por decisión propia, las adopciones llegan a las 500 al año.

Siguen los abandonos

Si las adopciones remontan, los abandonos apenas mejoran. Según Medio Ambiente, pasaron de 4.133 a 4.057 durante la primera mitad del año, un 2% menos. Las protectoras aseguran que solo se puede hablar de estabilización, pero no de descenso. El porcentaje, además, merece una puntualización, ya que lo contabilizado como abandono son los animales recogidos. No hay ningún sistema para saber cuántos vagan por las calles.

La situación real en los centros es de saturación. Todos los consultados están por encima del 90% de su capacidad, cuando no al 100%. "Entra uno, sale otro. Así funcionamos", admiten desde Anaa. "Ojala pudiéramos acoger más, pero es imposible", añade Nacho Paunero, de El Refugio. "Cuando no podemos rescatar más y es el dueño el que trae al animal, tratamos de convencerle y ayudarle para que se lo quede", resume la portavoz de Arpa.

El recinto de Proa, en Leganés, no acoge más cachorros ni adultos a pesar de tener espacio disponible: "Lo que no tenemos son recursos para atender a todos, así que nos quedamos solo con los suficientes para dar un cuidado apropiado. Este año no ha habido subvenciones y se nota", detalla Ruth González, una de las responsables.

Las perreras municipales también operan al máximo, con la dificultad añadida de que están obligadas a acoger a todo can o felino que se les ofrezca. Cuando el espacio falta, muchas recurren al sacrificio. Este es el caso de Madrid o Móstoles. En Alcorcón, Fuenlabrada o Colmenar Viejo, donde se ubica el Centro Integral de Acogida de Animales de la Comunidad, solo se recurre a la eutanasia en casos de enfermedad o lesiones irreparables.

Desbordados por la crisis

El origen del desbordamiento está en la falta de recursos y en la crisis. La Comunidad sufrió un boom de abandonos entre los años 2009 y 2010 que llegó a dejar a 8.300 mascotas al año en la calle, según los datos de los centros colaboradores madrileños. La Fundación Affinity, que recoge cifras de todas de las entidades que trabajan con animales, situó el número en casi 17.000.

"Nos vimos desbordados. Rebasamos todo lo que había visto hasta el momento. Nos los dejaban atados a la puerta y a la garita del guardia de seguridad o los tiraban por encima de la tapia. Aún hoy nos pasa. Además, muchos extranjeros residentes en España nos los dejaban entre lágrimas porque volvían a su país. Se quedaron sin trabajo y no podían pagar el viaje de vuelta o hacerse cargo", recuerda María Luisa Conty, responsable del Centro de Protección Animal del Ayuntamiento de Madrid.

El Ejecutivo autonómico trató de paliarlo con el II Plan de protección y bienestar animal 2008-2011, pero ese plan no se ha renovado y las ayudas para ampliar y mejorar los centros se han agotado. El presupuesto disponible se destina a mantener las instalaciones, sufragar las campañas de vacunación y esterilización y organizar ferias de adopción que, según las protectoras, funcionan de forma "excelente". "Son una de nuestras grandes bazas para encontrar ciudadanos solidarios", explica una voluntaria.

"Si adoptas, se beneficia solo el perro"

Natalia y su compañera de piso con Nala, adoptada en Leganés.Natalia (32 años, a la izquierda en la foto), es una de esas personas. "Adopté a Nala en Aranjuez cuando tenía dos meses. Es un cruce de teckel y podenco. Vivo en un piso con una amiga y Nala se ha adaptado perfectamente. Sabe cuál es su sitio y que no puede entrar al dormitorio. Como fue criada con una familia de acogida que tenía hijos, le encantan los niños. Mis sobrinos la ven todas las tardes", explica.

La elección de la forma de adopción, en su caso, fue fácil: "Las protectoras hacen una gran labor. Si compras a tu mascota, se beneficia mucha gente (el criador, el intermediario, el vendedor). En cambio, si adoptas, se beneficia solo el perro, que es lo que importa. A Nala me la entregaron desparasitada y con chip por unos 43 euros. Además, nos hemos comprometido a esterilizarla para evitar enfermedades y embarazos no deseados. Hay gente que tiene cachorros y luego los abandona en la calle. No tienen corazón. Deberían establecerse penas más duras".

Cinco preguntas sobre abandono y adopción

¿Cuántas mascotas hay en la Comunidad?

Según la Consejería de Medio Ambiente, 400.000 familias tienen en sus casas algún animal, perros y gatos principalmente. De estos, 5.078 canes están registrados como perros de razas consideradas potencialmente peligrosas.

¿Es delito abandonar?

No, pero la Ley 1/1990 de la Comunidad de Madrid sobre protección de los Animales Domésticos lo prohíbe y lo tipifica como infracción administrativa "muy grave". Las sanciones van de los 2.404 a los 15.025 euros. Además, establece que el poseedor es responsable de los daños y perjuicios que la mascota ocasione.

¿Quién y por qué lo hace?

De acuerdo con un estudio de la Comunidad de Madrid, los animales abandonados suelen ser machos jóvenes, mestizos, razas grandes en el caso de los perros o procedentes de camadas no deseadas. El perfil de la persona que abandona es el de un varón, español y mayor de edad que convive en el mismo domicilio con el animal y no lo lleva al veterinario. Entre los motivos para desprenderse de él se encuentran los nacimientos indeseados (18,6%), factores económicos (14,5%), pérdida de interés (9,9%), fin de la temporada de caza (8,9%) y problemas de comportamiento animal por una mala educación (8,6%).

¿Qué es el microchip?

Un dispositivo subcutáneo que se implanta mediante una jeringuilla. Se usa para evitar los abandonos y facilitar la localización de la mascota si se pierde o es robada. Es obligatorio en perros y gatos a partir de los tres meses de edad, aunque los propietarios de felinos que los identifican son una minoría. Los dueños también deben registrarlos en el ayuntamiento de la localidad donde viva el propietario. El 99% de los animales que llegan a las protectoras no tienen chip. En Madrid se recuperan una media de 12.000 animales al año gracias a este sistema. La Ley 1/1990 obliga a avisar al propietario, que deberá hacerse cargo de él en 10 días tras abonar los gastos de manutención. Si no lo hace, se le multará por abandono.

¿Dónde puedo adoptar?

En perreras municipales y en el Centro Integral de Acogida de Animales de la Comunidad de Madrid (CIAAM), que reúne en su página web a candidatos para la adopción de 28 centros y entidades colaboradoras. Además, hay multitud de asociaciones privadas que fomentan la adopción. Los animales se entregan desparasitados, con cartilla de vacunación y microchip. El precio oscila entre los 40 y los 50 euros. Si el animal es esterilizado, el precio asciende a 100 euros. El Ayuntamiento de Madrid cuenta con un programa de voluntariado para pasear a los animales del centro de acogida municipal, pero tiene lista de espera debido a su éxito.

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