Ya ha empezado la demolición del antiguo mercado de los Encants de Barcelona, una vez los comerciantes se han instalado en el nuevo recinto, al otro lado de la plaza de las Glòries. Los trabajos se realizan con extremo cuidado por la presencia de amianto e intentando reciclar todos los materiales posibles.

Los operarios están actualmente retirando las cubiertas de fibrocemento y fibra de vidrio y otros elementos que contienen amianto y que formaba parte de las casetas construidas en el antiguo emplazamiento de la feria de Bellcaire. Todos los materiales con esta sustancia tóxica serán amontonados en palés, envueltos con una doble capa de plástico debidamente señalizado y, finalmente, transportados a un vertedero especial.

La feria de Bellcaire, uno de los más antiguos mercados europeos —cuyo origen se remonta al siglo XV—, ocupaba una superficie de 16.365 metros cuadrados con unas 300 paradas. La mayoría están construidas con materiales ligeros, como maderas, chapas metálicas y algunos elementos de obra de fábrica.

Los operarios retirarán cubiertas, tabiques, forjados y otras pequeñas construcciones tanto a mano y como con máquinas. A medida que avancen, seleccionarán los materiales que puedan ser reutilizados o reciclados de los que serán llevados al vertedero en contenedores que se instalarán en la zona, pues el Ayuntamiento quiere que sea una demolición "sostenible".

Antes de empezar a demoler las casetas de los Encants Vells, unos trabajos que finalizarán antes de fin de año y cuyo coste ascenderá hasta los 652.000 euros, se han protegido los elementos públicos que pueden verse afectados por los trabajos, como los árboles, y la Oficina de Protección de los Animales de Barcelona y la protectora DeGats ha reubicado una colonia de unos 30 gatos.

Además, las compañías suministradoras de agua (Agbar), de gas (Gas Natural), de electricidad (Endesa), de alumbrado público, de alcantarillado y de telefonía (Telefónica) han desviado o desconectado el servicio para que no resulte dañado.