El fiscal superior de Andalucía, Ceuta y Melilla, Jesús García Calderón, ha evitado este martes pronunciarse sobre la instrucción del caso de las irregularidades en los expedientes de regulación de empleo (ERE) y ha reprobado "enérgicamente" los abucheos, en las puertas de los juzgados, a la juez que instruye el citado caso, Mercedes Alaya.

En declaraciones a los periodistas tras entregar al presidente del Parlamento, Manuel Gracia, la Memoria Anual de la Fiscalía Superior de Andalucía correspondiente al año 2012, ha querido dejar claro que el asunto de los ERE corresponde a la Fiscalía Anticorrupción, la cual es la única que debe pronunciarse sobre este asunto.

Ha insistido en que no va a hacer ninguna valoración sobre ese caso, si bien ha expresado que la instrucción debe buscar "el buen fin de la investigación, y que cuanto antes podamos exigir las responsabilidades que hayan podido contraerse".

Ha aprovechado para valorar "muy positivamente" la labor de los fiscales vinculados al caso, resaltando que sobre el caso Mercasevilla ya hay una sentencia en primera y segunda instancia. Ha recordado que dio las instrucciones para que el fiscal delegado de la Fiscalía Anticorrupción en Sevilla acudiera incluso a la apelación que tuvo lugar en Granada, que confirmó la sentencia condenatoria, y que ha confiado que mantega el Tribunal Supremo en la casación que está planteada.

Asimismo, ha manifestado que la Fiscalía Superior se preocupa por la ralentización, en términos generales, de las instrucciones judiciales.

García Calderón ha señalado que siempre han sostenido que el proceso penal en la fase de investigación requiere tiempos tasados y que la prolongación indefinda en el tiempo de procesos, a pesar de su complejidad, es muy negativa, en términos generales.

"Las investigaciones tienen que contar con plazos tasados de investigación flexibles, que puedan ser prorrogados en función de circunstancias determinadas", ha señalado García Calderón, para quien ese es el futuro de las instrucción criminal.