Jaume Tutusaus, de una entidad financiera al Banco de Alimentos: "Quería ser útil para los demás"

  • Empezó como voluntario tras ser prejubilado en el marco de un ERE.
  • Tutusaus quería sentirse útil y su experiencia laboral le ha servido en la fundación.
  • El número de voluntarios crece un 23% en Cataluña desde que estalló la crisis.
  • Las entidades sociales catalanas atienden a 2,13 millones de personas, un 20% más que en 2007.
El coordinador de delegados voluntarios de la Fundación Banco de Alimentos de las comarcas de Barcelona, Jaume Tutusaus.
El coordinador de delegados voluntarios de la Fundación Banco de Alimentos de las comarcas de Barcelona, Jaume Tutusaus.
MIQUEL TAVERNA
El coordinador de delegados voluntarios de la Fundación Banco de Alimentos de las comarcas de Barcelona, Jaume Tutusaus.

Jaume Tutusaus trabajaba en una entidad financiera hasta hace dos años y medio, cuando el banco presentó un expediente de regulación de empleo (ERE) y lo prejubilaron. Una semana después, empezó a colaborar con la Fundación Banco de Alimentos y ahora es uno de los 300.000 catalanes que hacen voluntariado, un 23% más que cuando estalló la crisis.

"Pensé que quería hacer alguna cosa útil para los demás", explica a 20minutos este vecino de Begues (Barcelona) de 61 años. Asegura que, como él, hay muchas personas con un perfil similar al suyo que se han decantado por el voluntariado. "Incluso hay gente de 80 años", añade. "Yo, mientras tenga salud y fuerzas, seguiré como voluntario", sentencia Tutusaus, porque le hace sentir "muy bien".

Los productos con los que trabaja ahora no son los mismos y los sentimientos tampoco. "Digamos que ya no tengo los pequeños problemas de conciencia de antes", admite. Eso sí, la experiencia adquirida en la entidad bancaria y el tiempo que puede dedicar a la labor solidaria, entre 10 y 15 horas semanales, le han convertido en coordinador de delegados voluntarios de las comarcas de Barcelona.

Tutusaus asumió esta responsabilidad hace un año y medio, tras doce meses como responsable de los voluntarios del Baix Llobregat Sud. Cuando entró en el Banco de Alimentos se estaba creando una red de coordinación de voluntarios y él ya tenía experiencia en la gestión de personas y recursos, así que no dudó en aceptar el cargo.

Buscando voluntarios

Estos días la actividad en el Banco de Alimentos es frenética. Hace dos semanas empezó la campaña de captación de voluntarios para la Gran Recogida de Alimentos, con la que el año pasado recogieron cerca de 2.700 toneladas de comida, casi el doble de lo que se habían propuesto para atender las necesidades alimentarias de personas sin recursos.

Este año, se celebrará el 29 y el 30 de noviembre y la Fundación necesita 15.000 voluntarios, 2.000 más que en 2012, para cubrir los 1.300 puntos de recogida que se habilitarán en mercados y supermercados de toda Cataluña. En sólo quince días, 7.500 personas ya se han apuntado para recoger y clasificar los productos donados. La entidad pide legumbres secas, aceite, leche, pescado en conserva y alimentos infantiles.

Más solidaridad que nunca

Tutusaus no es el único que ha optado por el voluntariado ahora que dispone de tiempo y de un respaldo económico. Según el Anuario 2013 del Tercer Sector Social (elaborado con datos de 2011), el número de voluntarios ha pasado de 245.000 a 300.000 personas en cuatro años y ha aumentado el porcentaje de hombres (ya son el 41%) y de mayores de 65 años (hay un 6% más), mientras que el de menores de 35 años ha caído un 8%. La mayoría, el 76%, dedica menos de 10 horas a la semana.

Lamentablemente, también se ha disparado el número de personas que se ven obligadas a pedir ayuda. Las entidades sociales catalanas atendieron a 2,13 millones de personas, 430.000 más que antes de que estallara la crisis financiera, en 2007. La mayoría de entidades que trabaja con personas en riesgo de pobreza se constituyó entre 2006 y 2010 (las que se dedican a otros colectivos son más antiguas); cada una atiende a unas 2.500 personas de media, y cuenta con cerca de 200 voluntarios (cifras a las medias de otras entidades, en ambos casos superiores).

Eso sí, aún no son mayoritarias. De las 738 entidades que participaron en el estudio, el 19% trabaja con niños y jóvenes (y moviliza un tercio de los voluntarios); el 15%, con mujeres; el 14%, con gente mayor, y el mismo porcentaje, con personas con discapacidad. Estas últimas contratan a un tercio de los trabajadores del sector social y generan también un tercio de la actividad económica.

Sin embargo, el 9,3% del total de entidades que había en 2007 han desaparecido y las más afectadas han sido las que trabajaban con inmigrantes. El 44% se las que se ha disuelto o se mantienen inactivas trabajaban con este colectivo.

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