Una plaga de escarabajos ataca a los olmos por todo Madrid

  • El galerucella luteola (comúmente llamado galeruca) se está comiendo las hojas de los olmos en toda la región: hay casos en la capital, Leganés, Majadahonda...
  • "Es razonable hablar de plaga o al menos de una mayor presencia", apunta el presidente de la Asociación Empresarial de Sanidad Ambiental de la Comunidad.
  • Los jardineros municipales aseguran que este año "no se ha fumigado y se han extendido; el verano que viene puede ir a peor si no se erradican las larvas".
Un ejemplar de escarabajo galeruca, sobre una hoja de olmo atacada por el insecto, en Entrevías (Vallecas).
Un ejemplar de escarabajo galeruca, sobre una hoja de olmo atacada por el insecto, en Entrevías (Vallecas).
JORGE PARÍS
Un ejemplar de escarabajo galeruca, sobre una hoja de olmo atacada por el insecto, en Entrevías (Vallecas).

A simple vista parece un insecto inofensivo, como otros muchos que se pueden encontrar entre la vegetación de cualquier parque madrileño. Sin embargo, el escarabajo galeruca (un coleóptero también conocido por su nombre científico de galerucella luteola) está atacando a todos los olmos de la comunidad de Madrid, hasta el punto de que los expertos creen  que "parece razonable hablar de plaga", en palabras del presidente de la Asociación Empresarial de Sanidad Ambiental de la Comunidad de Madrid y miembro de la patronal Anecpla, Francisco Macías.

Los vecinos de los barrios situados al sur de la capital y los jardineros municipales fueron los primeros en lanzar el aviso de la presencia de estos pequeños insectos. En agosto y septiembre, la presencia de estos insectos fue tan numerosa que, incluso, "se metían por las ventanas de las casas y teníamos que sacarlos casi con palas", explica Mariano Monjas, presidente de la asociación de vecinos de Los Pinos de San Agustín (Puente de Vallecas). "Ha afectado a todos los ejemplares de olmo alrededor del Parque Lineal de Palomeras y a todo el distrito de Vallecas", asegura Monjas.

Pero no solo los han avistado en Vallecas, Carabanchel o Moratalaz. Las empresas de control de plagas han recibido también avisos de zonas tan alejadas entre sí como Leganés o el noroeste de la región. "De hecho, el último aviso fue la semana pasada en Majadahonda. Además de ser una plaga, es prolongada en el tiempo, dada la estación del año en que nos encontramos", apunta Macías. Este tipo de insectos suele alcanzar su edad adulta en los meses de verano y se muere en otoño, después de poner los huevos para la siguiente temporada. Sin embargo, el calor inusual de este mes de octubre hace que todavía queden ejemplares vivos.

Las hojas quedan transparentes

Sus efectos son visibles en prácticamente todos los ejemplares de olmos de la región, una especie común entre los árboles de alineación de zonas urbanas (aquellos que se plantan en los alcorques de las calles). "Las larvas se comen el tejido que da el color verde a las hojas y que les sirve para hacer la fotosíntesis. Después, los adultos se van comiendo las hojas, dejando unos agujeros redondeados muy característicos. Al final, se reduce la superficie de hojas y se quedan casi transparentes, lo que debilita al árbol porque no se puede alimentar", explican fuentes de los jardineros municipales.

Los profesionales del cuidado de parques y jardines madrileños están convencidos de que la causa de esta plaga está en "la falta de una fumigación adecuada por parte del Ayuntamiento: se deben hacer dos intervenciones al año, una preventiva y otra para erradicar a los insectos que hayan sobrevivido, pero este año no se ha hecho ninguna". La misma visión la comparte el experto en plagas: "Es posible que exista una falta de intensidad en los tratamientos municipales de árboles y jardines. Estos insectos son muy habituales en nuestro entorno, pero normalmente no daban muchos problemas porque se solía fumigar a tiempo", añade Macías. Este periódico consultó al Ayuntamiento de Madrid para conocer las intervenciones realizadas contra la galeruca, pero no respondieron a las preguntas.

Ahora se acerca el otoño y, con la llegada del frío, los escarabajos morirán. Sin embargo, los especialistas advierten de que el problema volverá la próxima primavera si no se realiza un seguimiento: "Ahora hay que aplicar tratamientos fitosanitarios contra los adultos para evitar que sigan poniendo más huevos, y después habrá que fumigar para que los huevos que ya estén en las hojas no eclosionen y salgan nuevas larvas", cuenta Macías. "El verano que viene volveremos a tener el mismo problema. Los huevos ya están ahí y con los recortes en Patrimonio Verde no parece haber intención de fumigar", lamentan los jardineros.

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