Son las 10 de la mañana y José lleva tres horas tumbado en la camilla. Todavía le quedan tres más.

Es un actor de reparto que interpreta a un hombre que ha sufrido quemaduras en el capítulo número ocho de MIR.

Alrededor de 80 personas trabajan durante diez horas al día en la nueva ficción y en cada capítulo se invierte más de una semana de intenso trabajo, según ha podido constatar, in situ, un equipo de 20 minutos.

El equipo de rodaje nos recibe mientras graba una secuencia que transcurre en el quirófano. Antes de rodarse, Amparo Larrañaga y Daniel Freire ven un vídeo de una operación real.

Ensayan la secuencia. Hacen preguntas sin parar a dos enfermeras reales sobre la postura que deben tener durante la operación. Su objetivo, que parezca lo más real posible.

Mientras, en la sala de maquillaje terminan de caracterizar a Daniela Acosta. Sólo para eso, han invertido casi dos horas.

Efectos especiales: Para imitar la piel durante una operación, el material más utilizado es la carne de cerdo, que se asemeja mucho a la humana. Otro de los elementos indispensables en MIR es la sangre, que la preparan con unos polvos especiales. Tienen garrafas de sangre por todo el plató.

Sastrería. Trabajan para que exista una coherencia en la indumentaria de los personajes.

Maquillaje. Los actores son citados en maquillaje dos horas antes de empezar a grabar.

Carpintería. Hay un señor es el responsable de hacer todos los cartelitos de este nuevo hospital.

El quirófano. Todo el material medico quirúrgico es real, incluso el quirófano y la resonancia.

Atrezzo. Gasas sucias, jeringuillas y todo lo necesario para recrear un quirófano.