La Ertzaintza ha investigado 1.985 casos de personas desaparecidas durante el presente año

En torno al 96% de los casos se resuelven favorablemente con la localización de la persona buscada

La Ertzaintza ha investigado hasta agosto del presente año un total de 1.985 desapariciones de personas. Durante el pasado año los casos investigados ascendieron a 3.797, con un índice de resolución favorable del 96 por ciento, al concluir las pesquisas con el regreso o la localización de la persona buscada. La desaparición de menores de 18 años de edad supone casi dos tercios del total de los casos que se registran anualmente.

El Departamento de Seguridad remitió el pasado mes de septiembre al Parlamento vasco la respuesta a una petición de información sobre casos de personas desaparecidas en Euskadi. Según los datos aportados por el Ejecutivo vasco, durante los ocho primeros meses de este año la Ertzaintza ha investigado un total de 1.985 desapariciones de personas, ha informado la Ertzaintza.

Del total de personas desaparecidas han sido localizadas hasta el momento algo más del 90 por ciento, si bien "la experiencia de años anteriores indica que este porcentaje se incrementará presumiblemente durante los próximos meses hasta situarse en torno al 96 por ciento del año 2012".

Por territorios, Gipuzkoa es la que mayor número de desapariciones acumula hasta agosto, con 846, seguida de Bizkaia, con 754, y de Álava con 354. Otras 31 investigaciones corresponden a personas desaparecidas fuera de Euskadi.

Pasado año

El pasado año, la Ertzaintza recibió 3.797 avisos de desaparición de personas, de los cuales 1.541 eran mujeres, lo que supone un 40,58 por ciento. En cuanto a la desaparición de menores, los desaparecidos fueron 2.355, un 62,02 por ciento del total. Los datos registrados confirman la alta resolución de los casos de desaparición, ya que durante el año pasado se resolvieron el 96,97 por ciento, siendo un porcentaje similar al de años anteriores, un 97,81 en el año 2011 y un 98,14 por ciento en 2010.

Los motivos de las desapariciones comunicadas a la Ertzaintza, aunque muchas veces se sitúan en un ámbito subjetivo ya que se basan en las estimaciones ofrecidas por la propia familia, suelen ser la clave para establecer los criterios de búsqueda y resolver la situación.

Así, en el caso de los más jóvenes las causas suelen ser despistes y extravíos, solucionándose casi siempre con prontitud. Entre los adolescentes y jóvenes de hasta 25 años las desavenencias familiares o problemas relacionados con los estudios y, en el caso de los acogidos en los centros o pisos de acogida, problemas de adaptación.

En cuanto a las personas adultas de hasta 65 años la tipología es más diversa y va desde cuestiones de convivencia, problemas económicos, fracaso social o laboral, relaciones afectivas con otras personas o simplemente el deseo de iniciar una nueva vida. A partir de esta edad lo más frecuente son los desequilibrios psíquicos o emocionales y, en edades más avanzadas, las pérdidas de memoria, desorientación, etc.

Cuando desaparece una persona, se activan los procedimientos policiales de búsqueda en función de la naturaleza de cada caso. Si se considera que la desaparición puede deberse a causas delictivas la investigación se acelera y los datos del desaparecido se distribuyen entre las diferentes unidades de la Ertzaintza y, si existe posibilidad de que haya salido de Euskadi o del Estado, también entre otros cuerpos policiales a través de los órganos de coordinación o de la comisaría internacional de Hendaia.

Si la causa de la desaparición puede deberse a un accidente se activan los protocolos de búsqueda pertinentes a través de SOS Deiak y se movilizan los recursos de búsqueda necesarios.

Si la desaparición no ofrece visos de involuntariedad ni de existencia de posibles delitos, y siempre que la persona sea mayor de edad y no presente ninguna deficiencia psíquica, se le informa a la familia de la persona desaparecida que en caso de su localización no tiene obligación de regresar ésta a su domicilio. De todas maneras, la inmensa mayoría de estos casos se resuelven favorablemente con el retorno de la persona desaparecida o con su puesta en contacto con sus allegados para aclarar la situación.

Estadísticamente, la mayoría de los casos de desapariciones se resuelven favorablemente en las primeras horas o días. De hecho, las primeras 48 horas suelen resultar determinantes y en ellas se resuelven dos de cada tres desapariciones. Sin embargo, a medida que transcurre el tiempo y la desaparición se alarga el porcentaje de apariciones comienza a reducirse.

"Es difícil establecer una estadística absolutamente fiable acerca del número de personas que continúan realmente desaparecidas en estos momentos, porque hay apariciones que a veces no se comunican y los casos continúan abiertos en los archivos policiales", ha destacado la Ertzaintza.

Entre las investigaciones que aún figuran pendientes del pasado año no existen evidencias policiales de causas delictivas, estimándose que en la mayoría de los casos se trata de personas, muchas de ellas extranjeras, que se han trasladado a otros territorios donde residen normalmente.

El análisis de los datos registrados durante los últimos tres años refleja un incremento progresivo de los casos de desaparición: 2.907 (2010), 3.348 (2011) y 3.797 (2012). Durante los tres años el índice de resolución oscila entre el 96 y 98 por ciento.

En el año 2012, el territorio histórico de Gipuzkoa fue el que más desapariciones registró -1.600- por las 1.312 de Bizkaia y las 885 de Álava. En el caso de los menores también fue Gipuzkoa donde hubo más desapariciones con 1.084 casos frente a los 702 de Bizkaia y los 569 de Álava.

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