El Ayuntamiento de Sevilla, gobernado por Juan Ignacio Zoido (PP), ha negado este viernes que el colegio público Paulo Orosio sufra cualquier problema "de relevancia" y ha defendido que las obras de mejora emprendidas recientemente están aún por finalizar. Las obras, según el Consistorio, acabarán el próximo viernes.

La dirección del Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) 'Paulo Orosio', con el apoyo de la Asociación de Padres y Madres de Alumnos (AMPA) del centro, ha lamentado los "múltiples" problemas que asegura se han tenido desde que se iniciaran las obras en el centro, unas obras que debían haber estado terminadas en noviembre de 2012 y que se han hecho "sin contar con la opinión de la comunidad educativa ni con las necesidades del centro". "Ahora están terminadas, pero mal hechas y conllevan un importante peligro para los menores, algo que no estamos dispuestos a tolerar", recalca, incidiendo en que "ya no sabemos como hacer que el Ayuntamiento nos escuche y soluciones la situación, tras llamadas y escritos sin respuesta".

El Ayuntamiento, de su lado, responde en un texto difundido entre los medios de comunicación que pretendía recepcionar este mismo viernes estas obras, pero "los técnicos han apreciado que faltan tres detalles de terminación, por lo que no se ha recepcionado finalmente". El Ayuntamiento, así, se plantea un plazo que finaliza el viernes de la próxima semana "para que la empresa solucione" estos detalles. "Se trata de cuestiones de terminación y no problemas de relevancia", dice el Ayuntamiento.

Respecto a los desperfectos denunciados en un cuarto de baño, admite el Consistorio que "una encimera de mármol sufrió una rotura, que en ningún caso es achacable a un fallo de construcción o instalación, y además la empresa procedió de manera inmediata a sustituirla por otra y a reforzar la seguridad, colocando cuatro puntos de sujeción".

Sobre el cerramiento, "es cierto que sólo se ha sustituido el de dos de las fachadas, permaneciendo uno sin sustituir, pero esto es debido a que éste se encuentra en perfecto estado, sin que la seguridad se vea afectada, por lo que su cambio se debería únicamente a cuestiones estéticas y no de seguridad, por lo que el Ayuntamiento ha preferido destinar el presupuesto a otro arreglo más urgente". Por lo demás, "tanto los materiales como su instalación son absolutamente los adecuados para un centro escolar, sin que en ningún momento se vea afectada la seguridad de los alumnos".