Por si no había bastantes en la ciudad, Valencia ha ganado un nuevo e inmenso solar repleto de basura, palés, bloques de hormigón y hasta vallas y señales de tráfico tiradas.

Con la particularidad de que es un solar que ha costado al menos 89 millones de euros de todos los valencianos, según dijo a finales de 2009 el entonces conseller de Infraestructuras, Mario Flores. Se trata del circuito urbano de Fórmula 1, en la parte recayente al Grao, Nazaret y Moreras, ese que en el año 2007 se anunció "a coste cero" por el expresidente de la Generalitat Francisco Camps.

Ahora, tras un año sin carreras y con el futuro de la prueba más que alejado, a esos 89 millones de euros habrá que añadir lo que cueste desmontarlo y adecentar la zona. En este sentido, desde las asociaciones de vecinos de Nazaret y del Grao han exigido que se reabra el puente peatonal que une ambos barrios. Una infraestructura millonaria que solo ha funcionado los días de las carreras, pese a las promesas por parte de los dirigentes políticos de mantenerla abierta de forma ininterrumpida, y que se encuentra llena de pintadas y de desperdicios.

Los vecinos han exigido también que, ante la ausencia de futuras pruebas, se desmantele el circuito, se limpie toda la zona y se haga un concurso de ideas para darle algún tipo de uso público. Además, han lamentado "la cantidad de millones dilapidados en esta infraestructura teniendo un circuito en Cheste", que a su entender será una rémora para el desarrollo del futuro PAI del Grao.

Fuentes de la Conselleria de Infraestructuras señalaron que ya han cedido al Ayuntamiento de Valencia la parte del circuito recayente a la zona del Grao. Por lo que respecta a la que se adentra en la Marina Real, está actualmente «en trámites» para ser cedida a la Autoridad Portuaria, según estas mismas fuentes. Sin embargo, desde el Consistorio apuntan que la responsabilidad del mantenimiento del circuito urbano corresponde a la Generalitat. Nadie se hace, pues, responsable.