La causa fue la reducción de hasta un 40% del servicio habitual en toda la red de FGV, con motivo de la festividad de San Vicente Mártir, que se vivió en la capital.

De esta forma, todo el servicio funcionó como un domingo, por lo que los primeros trenes se retrasaron casi dos horas y las frecuencias de paso aumentaron de media entre cinco y diez minutos, con lo que hubo que esperar más.

Fuentes de FGV explicaron ayer que la reducción del servicio «viene motivada por una disminución de usuarios ese día, ya que entre un 60% y un 70% de los viajeros diarios se mueve por la zona A, es decir, por Valencia ciudad».

Además, comentaron: «Se pusieron carteles informativos por todas las paradas y en la página web para que nuestros clientes estuvieran informados y no les pillara por sorpresa».

Pese a todo, muchos viajeros del área metropolitana que trabajan en otras localidades y de Valencia que salen a trabajar a otros municipios no se enteraron y, como cada mañana, acudieron entre las 5.30 y las 6 horas a las paradas. Sin embargo, se encontraron con que, hasta casi dos horas más tarde, no salía la primera unidad. No obstante, a medida que fueron saliendo trenes, los ánimos y la situación fueron normalizándose.

Con todo, fuentes de FGV informaron de que sólo registraron seis quejas por este motivo, aunque desde los sindicatos matizaron que «la gente va con prisa y no se para a rellenar un papel. Lo que sí hacen es quejarse verbalmente e insultar, a veces, a los trabajadores que no tienen culpa alguna».

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El problema, dos años antes

Los sindicatos de FGV recordaron que hace dos años ya se repitió el mismo problema, no así el año pasado, puesto que coincidió que la festividad de San Vicente cayó en domingo. Por este motivo, criticaron que teniendo la experiencia de hace dos años «no se haya hecho nada por dar más servicio, al menos, a primera hora de la mañana».