Técnicos del Oceanogràfic han devuelto este viernes al mar a cuatro rayas halladas en el litoral valenciano el pasado mes de agosto, junto a las dos crías de una de ellas nacidas en el centro, tras cuidarlas durante dos meses en el área de cuarentena. "Siempre es lo más bonito, devolverlos al mar y ver cómo se sumergen, es la recompensa a todo el trabajo realizado", ha señalado a Europa Press el veterinario responsable de este departamento, José Luis Crespo.

"Esto es por lo que trabajamos", ha subrayado Crespo, quien ha participado en la suelta junto a Miguel, el vecino de Valencia que cuidó 20 minutos al ejemplar que fue encontrado mutilado y ahora ha podido soltarlo él mismo al mar, a unas tres millas de la costa.

En declaraciones a Europa Press, Miguel se ha mostrado "contento, encantado de haberla podido devolver al mar". "La he estado acariciando y parece que me miraba, a lo mejor me ha reconocido porque estuvo a punto de morir en mis manos", relata emocionado.

Según explica, el pasado 15 de agosto estaba en la playa con su hija y vio varias rayas que se acercaban a la orilla, intentó llevarlas al fondo pero una regresaba y se desplazó unos 100 metros, donde otro hombre que nadaba con sus hijos "al parecer se asustó y le pegó un pinchazo con un tridente de pescar, le arrancó la cola de cuajo y la sacó pinchada a la playa, donde la soltó".

"había gente llorando en la playa,

Viendo cómo se moría"

Miguel cuenta que "había gente llorando en la playa, viendo cómo se moría la raya en la arena, llena de tierra y chorreando sangre", por lo que la llevó al agua, donde estuvo "20 minutos con ella, sin parar de sangrar, hasta que vinieron los técnicos del Oceanogràfic".

Esa es una de las rayas que este viernes han podido soltar, en dos embarcaciones de La Marina Real, todas ellas en perfecto estado.

Crespo explica que estos ejemplares estaban "deshidratados, con heridas superficiales, un poco delgados y uno tenía amputada la cola y heridas de profundidad considerable", el recuperado por Miguel y que, tras recibir "un tratamiento un poco más amplio", ahora "puede alimentarse y nadar con normalidad, también esconderse, lo único que al haberle amputado la cola carece de la defensa del aguijón, que tampoco le sirve para mucho normalmente ante un tiburón", agrega.

En función del examen de salud realizado a cada raya, las han hidratado y administrado antibiótico o el tratamiento adecuado y "todas han evolucionado de forma muy favorable", hasta comprobar que "la natación era correcta y podían alimentarse bien" para soltarlas.

"ahora tendrán más oportunidades en el mar"

En esos cerca de dos meses, también han asistido el parto de una de las hembras halladas en agosto y han cuidado a sus dos crías, que "nacieron completamente sanas" y este viernes han nadado por primera vez en el mar, donde "ahora tendrán más oportunidades" ante los depredadores y para buscar comida gracias a la experiencia adquirida.

José Luis Crespo relata que han preparado "cubas individuales, con agua nueva, y se ha controlado la concentración de oxigeno con medidores a lo largo del viaje", que ha concluido a "unas tres millas" de la costa, en una zona con una profundidad adecuada para estos animales, que "se mueven mucho y viven en aguas profundas".