Los viajeros que suelen moverse por la línea 1 o la 8 de Metro de Madrid ya están habituados a mandar correos electrónicos durante el trayecto, a enviar algún mensaje instantáneo a sus amigos o a consultar las noticias del día en la prensa digital. Para ellos no es ninguna sorpresa que haya cobertura en el interior de los túneles. Sin embargo, los usuarios de otros trayectos no tienen tanta suerte: por ejemplo, los que circulan por la línea 7 solo tienen señal en algunas partes del trazado, mientras que los usuarios de Metrosur (línea 12) y de otros trazados exteriores a la almendra central de la capital directamente deben olvidarse de utilizar el teléfono.

De hecho, más de la mitad de las estaciones de la red siguen sin tener cobertura. Concretamente, 163 de las 300 paradas de Metro (el 54% del total) no tienen instalada la tecnología necesaria para dar este servicio a los usuarios, según datos de la empresa. Las líneas peor cubiertas son la 12 (que une las grandes ciudades del sur del cinturón metropolitano), la 7 (que solo tiene cobertura en las estaciones que comparte con otras líneas, como Avenida de América o Gregorio Marañón), la 11 (sin cobertura en ninguno de sus tramos), la 10 (que está bien provista en el tramo que atraviesa el centro de la capital, pero descubierta en los extremos) y la 4 (sin cobertura en su recorrido por Hortaleza y Ciudad Lineal).

Los usuarios consideran que disponer de conexión telefónica y de Internet es "un servicio básico que debería estar ya en toda la red", según Fernando de Córdoba, portavoz de Ecomovilidad.net. "No tiene sentido que entres en el metro y te aisles del mundo. No es solo por la incomodidad de sentirte incomunicado; es incluso un problema de productividad: el móvil ya no sirve solo para hablar, sino que ya es una herramienta muy útil de trabajo. Te sirve para ponerte al día por las mañanas, para aprovechar el tiempo muerto de los viajes en planificarte tu jornada laboral, saber si te han cancelado una cita", añade De Córdoba. Incluso, los usuarios creen que el metro "debería tener hasta wifi gratis, como ya tienen los autobuses".

En cambio, la Consejería de Transportes y la empresa Metro de Madrid ven el vaso medio lleno. "El móvil se puede utilizar ya prácticamente en todos los túneles situados en el interior del anillo formado por la línea 6, en la almendra central de la ciudad, y en las 15 estaciones con mayor número de viajeros", explica una portavoz de la empresa pública. "Ahora el objetivo siguiente es acabar de instalar la tecnología en todas las estaciones que quedan sin cubrir del interior del anillo. Una vez que esté cubierto todo el centro, se seguirá avanzando en el resto de la red. Pero de momento no hay plazos establecidos para esas nuevas ampliaciones, se irá haciendo paulatinamente", añaden en Metro.

La última línea en recibir el servicio de señal telefónica ha sido la L2, que ya está cubierta al completo desde principios de octubre. Sin embargo, únicamente tienen cobertura los clientes de la operadora Vodafone, ya que esta compañía se ha convertido en patrocinadora de la línea a través del naming (la marca pone su nombre a la línea y Metro consigue ingresos mediante esta operación de publicidad). Los portavoces de la empresa pública aseguran que Vodafone está "hablando con el resto de compañías telefónicas para llegar a un acuerdo que permita dar servicio a sus clientes".

Si se hubieran cumplido los plazos anunciados en un principio, el metro ya debería tener cobertura en toda su extensión. La expresidenta regional, Esperanza Aguirre, expresó en 2005 su intención de que todo el suburbano tuviera conexión en 2012. En febrero de 2010, durante un acto público, el anterior consejero de Transportes, José Ignacio Echeverría, volvió a repetir esta promesa: "Estamos haciendo un esfuerzo importante y pretendemos que para dentro de dos o tres años, en toda la red de estaciones y túneles, tanto en Madrid capital como fuera, se pueda utilizar el móvil". Ese plazo ya ha pasado y aquellos compromisos no se han cumplido. En estos momentos de recortes, el plan para dotar a toda la red de cobertura ha pasado a un segundo plano.

Desde el principio, el plan para llevar la señal a los túneles estuvo marcado por los retrasos. El proyecto arrancó en 2001, cuando se otorgó a la sociedad Metrocall la licencia para habilitar la tecnología necesaria. Debía iniciar de inmediato los trabajos, pero no se lograron los acuerdos necesarios y el proyecto quedó en barbecho. En 2005, Aguirre anunció que, por fin, se empezaría a dar cobertura durante esa primavera. Pero el plan volvió a paralizarse. Hubo que esperar hasta marzo de 2007 para poder hablar en los vagones, con la inauguración del servicio de cobertura en el tramo Mar de Cristal-Barajas (línea 8). A continuación, se extendió por la línea 1, la 6 y la 3; y en una fase posterior se amplió a la mayoría de los tramos situados en el centro de la capital.

La extensión de la cobertura en el metro de Madrid contrasta con la que disfrutan los usuarios de los suburbanos de Barcelona y Valencia. En la capital catalana, la señal está presente en más del 90% de la red. "Todas las líneas tienen cobertura desde hace tiempo, excepto la 9 y la 10, donde hay problemas para desarrollar esta tecnología porque son trazados muy profundos", explican en Transports Metropolitans de Barcelona. En Valencia tienen cubierta el 100% de la red, "en gran parte gracias a que muchos de los tramos van en superficie", según Metrovalencia. Aunque reconocen que "pueden existir problemas de conexión en algunos tramos, cuando pasas de un túnel a la superficie, y viceversa".

Javier Ortega, 21 años: "El móvil te saca de muchos apuros"

Este estudiante es usuario habitual de la L7: "En muchos tramos te quedas sin cobertura y te sientes incomunicado. El móvil es útil, a veces te tiras una hora dentro del metro y te sirve para entretenerte, informarte o para sacarte de muchos apuros, como mandar algún mensaje importante o conocer las líneas de autobús si quieres hacer un trasbordo. No entiendo por qué todavía no se ha extendido a todo el metro".

Leticia Patón, 30 años: "Debería haber conexión en todos los túneles"

Leticia cree que el móvil "se ha convertido en algo tan importante que supone un fastidio circular por líneas en las que no hay cobertura, debería existir en todos los túneles. Yo en el metro lo utilizo para escuchar música o para jugar; a veces lo he querido usar para conectarme a Internet, pero me ha dado problemas, en la línea 7 hay pocas estaciones con este servicio. Si te surge algún contratiempo o esperas una llamada importante, el móvil puede ser de mucha utilidad".

Mª Eugenia G., 51 años: "No es para tanto, podemos esperar a salir al exterior"

Esta mujer cree que se sobrevalora la necesidad del móvil: "Estoy acostumbrada a no depender del móvil, así que no me afecta tanto que no haya cobertura. Si alguna vez me urge hacer una llamada o mandar un mensaje espero un poco hasta la siguiente estación con cobertura o hasta que salgo al exterior. Nos han creado la necesidad de estar comunicados permanentemente, pero en ocasiones es una liberación poder desconectar de él. De hecho, yo sigo teniendo un móvil de los antiguos, que sirve para llamar y poco más".