Juan L.C., el vecino de Gérgal (Almería) presunto autor de la muerte a tiros a su hermana y de causar heridas de gravedad a otras dos personas, ha sido trasladado en la mañana de este viernes hasta la Ciudad de la Justicia para prestar declaración ante el juez que está en funciones de guardia después de pasar casi 48 horas en dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil, en la capital.

Fuentes de la investigación han indicado a Europa Press que el paso a disposición judicial se ha producido tras la práctica de diversas diligencias que han permitido culminar el atestado de la Policía Judicial. Tomará declaración al presunto fratricida el titular del Juzgado de Instrucción número 2 si bien está previsto que se inhiba en favor del Juzgado de Instrucción número 1, encargado de la investigación desde que se produjo el crimen el domingo.

Cabe recordar que fue detenido pasado el mediodía del miércoles tras permanecer atrincherado alrededor de 16 horas en el domicilio familiar ubicado en el número 1 de la Calle Chumberas y cercado por medio centenar de agentes de la Guardia Civil, entre ellos efectivos de la Unidad Especial de Intervención.

Juan L.C., de 52 años, pudo esquivar el cordón de seguridad activado en torno a la vivienda y, tras pasar la noche sin atender a los requerimientos del negociador, quien intentó que depusiera su actitud y se entregara pacíficamente, salió al exterior y se dirigió de nuevo al monte donde se había refugiado durante dos días.

Fue localizado en una "barranquera" por un vecino de Gérgal al que el fratricida había pedido agua en su camino tras huir y que dio aviso a los agentes para guiarles hasta las inmediaciones de un pozo y una mina, lugar en el que lo encontraron agazapado. No iba armado y no opuso resistencia.

Según el alcalde de Gérgal, Miguel Guijarro, antes de que Juan L.C. fuera visto por este vecino, se había topado con otro gergaleño a quien había pedido un cigarrillo mientras que los agentes mantenían un fuerte dispositivo en torno al número 1 de la calle Chumbera.

Se ha especulado con la posibilidad de que el hombre practicara un "butrón" en la casa para acceder a una vivienda contigua o salir por un cerro, e incluso se ha llegado a plantear que el hombre no llegara estar en la casa, si bien ninguna de estas hipótesis ha sido confirmada por la Guardia Civil, que mantiene abierta la investigación.

Arma homicida

En cualquier caso, Juan L.C. vestía en el momento en el que fue apresado con un mono de color azul, una "ropa distinta" a la que portaba la vez anterior en la que otros testigos lo vieron. Igualmente, en el momento de su arresto no llevaba ni su escopeta de caza ni el saco con el que había sido visto en el garaje de la casa 48 de la calle Padres Redentoristas, perteneciente a la vecina que resultó herida el día de los hechos, en la que el yerno de la víctima mortal también fue tiroteado.

Los agentes han llevado a cabo el registro de la vivienda en la que el fratricida se habría parapetado en la tarde del martes, cuando unos vecinos alertaron de su presencia al salir a sacar la basura.

Los disparos que acabaron con la vida de Isabel L.C., de 53 años, empezaron al acudir, junto a su yerno de 27 años y un amigo de este a la casa familiar en la mañana del domingo para recoger unos enseres de cocina que previamente se había disputado en los tribunales su hija con su hermano.

Según el marido de la fallecida, el hombre "estaba esperando" a las víctimas, ya que a ella le disparó "por la espalda, por detrás como los cobardes", tras arremeter en primer lugar contra su yerno, de 27 años, quien resultó malherido en el ataque y quien, junto con una vecina que les acompañaba, se recuperan en el Hospital Torrecárdenas de la capital almeriense.

Tras este ataque, el hombre huyó a pie portando la escopeta, de modo que poco después los accesos al municipio fueron restringidos para evitar que el autor del tiroteo pudiera abandonar el pueblo. Así, un helicóptero, varias Unidades de Seguridad Ciudadana (Usecic), efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), agentes de la Unidad de Tráfico, patrullas territoriales y una Unidad Cinológica barrió los alrededores del pueblo hasta llegar a la rambla de Carrillo, donde el presunto autor trabajaba. El cortijo fue explorado por los agentes quienes simplemente hallaron indicios del paso de Juan L.C. por allí.

La víctima mortal vivía habitualmente en Barcelona con su marido, donde cuida de su madre de unos 90 años de edad. No obstante, desde el mes de agosto permanecía con su progenitora en la localidad almeriense con motivo del próximo parto de su hija, que vive en Almería y ha dado a luz recientemente. El pueblo de Gérgal decretó cuatro días de luto por su muerte que acaban este viernes.