"Están tomando el pelo a la gente. ¿Qué es eso de laborable no lectivo? Yo soy profesor y hoy he ido a trabajar como un día más". El testimonio de Manu Górriz, un docente valenciano de 30 años, refleja el cabreo de miles de usuarios del metro de Valencia que ayer se encontraron con un 33% menos de trenes.

El motivo del recorte es que Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) aplica tanto este jueves como el viernes los mismos horarios que un sábado con motivo del puente del 9 d’Octubre, a pesar de que ambos días son laborables y lectivos, es decir, que los estudiantes tienen clase.

Górriz añadió que ha tardado "una hora para ir de Sant Isidre a Quart de Poblet porque en el transbordo no ha pasado un tren en 20 minutos". Y es que, tal y como denuncia este viajero, los billetes no reducen su precio: "Pago 56 euros al mes de abono para esto, que es desastroso y una vergüenza. Y a la vuelta íbamos como sardinas enlatadas".

A primera hora de la mañana ha sido cuando más se ha notado el caos. Los andenes de las estaciones más céntricas estaban repletos y los pocos trenes que pasaban iban a rebosar de gente, lo que ha impedido a muchos usuarios subir a los convoyes, viéndose obligados a esperar a los siguientes. Este ha sido el caso, por ejemplo, del metro que llegó a Alboraya procedente de Rafelbunyol a las 7.40 horas de la mañana, según un testigo.

Desde FGV reconocen que han sido muchos los usuarios que se han quejado este jueves por el recorte del servicio, sobre todo a través de Twitter. En esta red social, incluso la cuenta oficial de Metrovalencia ha lanzado un mensaje con la siguiente leyenda: "Trasladamos todos vuestros comentarios a la dirección".

Desde la entidad argumentan una vez más que el recorte en el servicio obedece sobre todo a un problema organizativo, ya que tras la reducción de 310 empleados que se ejecutó en enero, había que cuadrar todo el funcionamiento. Aun así, aseguran que estudiarán minimizar los recortes el año que viene.