El alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izagirre, ha reclamado, al inicio de la Conferencia de Paz, un minuto de silencio a "todas las víctimas", tanto las "de ETA, de la violencia del Estado y de la guerra sucia" y les ha trasladado su "profundo pesar" por el sufrimiento padecido, al tiempo que ha reclamado su "reconocimiento y justicia".

Izagirre ha dado inicio este jueves en la Casa de la Paz de San Sebastián a la Conferencia Internacional Construyendo la Paz desde el ámbito local a la que han asistido alcaldes y representantes de distintos lugares del mundo. En el acto han intervenido también el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, la directora de Víctimas del Gobierno vasco, Monika Hernando, y el representante de Mayors for Peace, Michel Cibot, así como el Patrono de Honor de la Conferencia, Vicente Zaragüeta, entre otros. También por vídeoconferencia ha intervenido el alcalde de Hiroshima y presidente de Mayors for Peace, Matsui Kazumi.

El alcalde donostiarra ha explicado que el objetivo de este encuentro es "sencillo y humilde" y ha recordado que hace dos años se celebró en la Casa de la Paz de Aiete "un hito histórico en la normalización política de este pueblo, la Conferencia de Aiete", en la que la comunidad internacional planteó "una Hoja de Ruta para el conflicto vasco".

Izagirre se ha mostrado convencido de que "los esfuerzos y aportaciones de todos son necesarios para la consecución de la paz" y que "se pueden hacer muchas cosas desde lo local" en este ámbito.

Tras destacar la "obligación moral" de trabajar en la consecución de la paz ha indicado que los ciudadanos deben dar pasos en esa línea "sin esperar los que puedan darse desde la macropolítica". A su juicio, esta Conferencia servirá para aprender de experiencias internacionales en conflictos porque "tenemos todos mucho que aportar y que aprender".

"Nuestro pueblo ha generado mucha violencia y muchas víctimas, se han producido muchas situaciones de dolor, sufrimiento y flagrantes vulneraciones de derechos", ha lamentado, para añadir que "todas las víctimas necesitan reconocimiento y justicia".

En este contexto, ha trasladado a "todas las víctimas tanto de ETA, como de la violencia del Estado o de la guerra sucia" su "profundo pesar de todo corazón por el sufrimiento padecido".

También ha trasladado su "compromiso firme para que no vuelva a suceder, para que podamos convivir" y ha afirmado que trabajará por "ser un activo constructivo en la defensa de la paz y la construcción de los derechos fundamentales para todos" algo para lo cual ha destacado como "fundamental compartir y crear empatías". "No sobra nadie en el proceso de construcción de la paz" ha afirmado para, a continuación, pedir que los presentes guardaran un minuto de silencio por todas las victimas.

"sed de paz"

Por su parte Garitano ha señalado que Gipuzkoa y Euskadi cuentan con alcaldes "de diferentes colores" que "han vivido de cerca el conflicto". "Hemos visto de todo, muertes, presiones, amenazas, ilegalizaciones, detenciones, violencia en definitiva, y nadie puede explicar a los 88 alcaldes de Gipuzkoa qué es la voluntad de la paz", ha subrayado, porque "existe una sed inmensa de paz en Gipuzkoa".

El diputado general de Gipuzkoa ha indicado que los alcaldes guipuzcanos "ponen su grano de arena en su trabajo cotidiano para avanzar en la consecución de la Paz y la convivencia, una tarea ingente" y esos "esfuerzos valen la pena". Después de agradecerles esa tarea ha lamentado que no se viven "tiempos fáciles en Euskal Herria, porque algunos han declarado la guerra a la paz".

No obstante, pese a ello se ha mostrado convencido de que "se conseguirá abrir las puertas a una paz justa como ocurrió hace dos años en este edificio" y, en este contexto, ha pedido "ayuda" a los presentes para "eliminar los obstáculos que se ponen a este pequeño pueblo pero tan vivo, porque lo conseguiremos entre todos".

Clarificar el pasado

La directora de Víctimas y Derechos Humanos del Gobierno vasco, Monika Hernando, ha destacado que hay un "deber de clarificación del pasado" y así hay que "poner luz sobre la violencia y sobre cada vulneración de los derechos humanos". Además, ha destacado el "deber ético" de "no excluir y no equiparar" en esa "mirada crítica" hacia el pasado.

Hermando ha destacado que hay un "deber de normalización" y se deben adoptar estrategias, compromisos, discursos y acciones que se dirijan en esa línea y también a que "todas las tradiciones políticas tengan su sitio. "En relación al futuro tenemos un deber de conciliación", ha añadido.

Hernando ha subrayado la "función estratégica" que juegan tanto los agentes educativos, red asociativa y ayuntamientos en la construcción de la paz. "La gestión municipal es clave para generar una verdadera cultura de la paz y de los derechos humanos", ha apuntado.

Por su parte, en su intervención, Kazumi ha recordado el bombardeo de Hiroshima con el que se perdieron 140.000 vidas y ha pedido a la comunidad internacional que "trabaje activamente" para sustituir el actual sistema de seguridad que utiliza las armas nucleares como un sistema disuasorio para mantener la paz a través de la amenaza" de manera que estas desaparezcan para 2020.