El oficialismo argentino ha logrado convertir en Ley el paquete de proyectos económicos, que incluye el Presupuesto 2014, en medio de la convalecencia de la presidenta, Cristina Fernández, recientemente operada de un hematoma craneal.

En una sesión que duró unas 11 horas, el Senado argentino aprobó, por 40 votos del oficialismo y sus aliados frente a los 27 del arco opositor, la pauta presupuestaria para el próximo año, que prevé un crecimiento del 6,2 % y una inflación del 10,4 %.

El paquete económico aprobado incluye además una prórroga a la Ley de Emergencia Económica, por la que el Ejecutivo podrá reasignar partidas presupuestarias sin pasar por el Parlamento, así como la extensión de los impuestos a los créditos y a los depósitos bancarios de cheques.

Durante la larga sesión, los principales grupos de la oposición criticaron el Presupuesto y coincidieron en solicitar al Gobierno una reformulación de la política económica para "insertarse en el mundo".

Igualmente reprobaron las proyecciones que contiene la pauta presupuestaria -entre ellas el crecimiento previsto del 6,2 % para el próximo año- que ya fue aprobada por el Parlamento en septiembre.

La senadora Laura Montero, de la Unión Cívica Radical (UCR), justificó el rechazo de su partido al considerar que Argentina debería "estar planteándose cómo abrirse al mundo comercialmente, y cómo se inserta dentro de la dinámica internacional".

Juan Carlos Romero, del Partido Justicialista (PJ), señaló que el proyecto diseñado por el Gobierno refleja "un modelo agotado con un atraso cambiario, falta de financiamiento y menos competitividad".

Por su parte, el senador del Frente Amplio Progresista (FAP), Jaime Linares, calificó de "dibujo" el Presupuesto y pidió que el Poder Ejecutivo lo retire y envíe otra iniciativa.

Ante las críticas de la oposición, el senador por el gubernamental Frente para la Victoria (FpV) Aníbal Fernández defendió el proyecto presupuestario y destacó que estima un crecimiento de la economía Argentina "dentro del contexto internacional adverso".

"Las políticas adecuadas convierten a este Presupuesto 2014 en un verdadero programa de gobierno. Estamos consolidando políticas públicas que se desentienden de las políticas ortodoxas que se aplican en Europa" dijo Fernández.

El senador del FpV subrayó, además, el desendeudamiento del país y las medidas "contracíclicas" adoptadas por el Gobierno, que "fortalecieron el mercado doméstico" y el ingreso de los argentinos.

La pauta presupuestaria para 2014 fija un tipo de cambio oficial promedio de 6,33 pesos por dólar estadounidense, con un superávit fiscal primario (antes del pago de deudas) por el equivalente al 2,59 por ciento del producto interno bruto (PIB), por 83.889,3 millones de pesos (14.413,9 millones de dólares).

Mientras, la presidenta argentina, Cristina Fernández, evoluciona "favorablemente y sin complicaciones" de la operación que se le practicó el martes, está de "muy buen ánimo" y ya ha comenzado a tomar alimentos, informaron fuentes oficiales.

Fernández "ha descansado muy bien toda la noche", acompañada por su familia, y "les manda un beso a todos los argentinos", dijo el portavoz presidencial, Alfredo Scoccimarro, en un breve mensaje en las puertas del hospital.

"Sigue de buen ánimo y empieza con su comida", agregó el portavoz, que no admitió preguntas sobre la operación a la que fue sometida este martes la presidenta para drenar un hematoma craneal.

El próximo parte médico será a lo largo del día de hoy, según ha anunciado un portavoz de la Casa Rosada. El informe de ayer, el segundo desde la operación de la presidenta, fue recibido con aplausos y vítores por decenas de simpatizantes de Fernández concentrados en las puertas de la institución.

Los médicos no han precisado detalles sobre la convalecencia de la presidenta, aunque antes de la operación se anunció que necesitaba de un mes de reposo por un hematoma en la cabeza.

Durante su convalecencia, como establece la Constitución, el vicepresidente, Amado Boudou, está a cargo del Gobierno, aunque analistas consultados por Efe coinciden en que su papel se limitará a una representación protocolaria mientras que las decisiones seguirán tomándose en el reducido círculo que rodea a la presidenta.

Boudou es uno de los miembros del Ejecutivo con peor imagen por acusaciones sobre su presunta vinculación con escándalos de corrupción.