La Fundación Fernando Buesa cree que el Plan de Paz debería exigir "de manera más rotunda la desaparición de ETA" y ha destacado que es primordial "el reconocimiento del daño causado". Por ello, ha considerado "necesario un replanteamiento" del documento que concite acuerdos "desde el compromiso y la asunción de estos valores y criterios éticos y democráticos", que, a su juicio, debe asumir la izquierda abertzale.

Este colectivo, que lleva el nombre del líder del PSE-EE alavés, Fernando Buesa, asesinado por ETA en febrero del año 2000, ha presentado sus aportaciones al Plan de Paz y Convivencia del Gobierno vasco.

El pasado 20 de septiembre finalizó el plazo de presentación de alegaciones de los grupos políticos, asociaciones y de la propia sociedad civil al documento —el PP las entregó posteriormente—.

La Fundación Fernando Buesa destaca que la presentación de las aportaciones de las diferentes fuerzas políticas y sociales "se ha saldado con el desacuerdo, por distintas razones y con distintos grados de intensidad".

En su opinión, el plan "es un documento bien estructurado, que persigue crear un marco que pueda integrar a todos aquellos que van a participar en este proceso". No obstante, cree que este intento de presentar un texto "lo suficientemente flexible y genérico que permita, finalmente, la adhesión de todos, ha motivado que no haya sido considerado por un gran número de organizaciones el instrumento adecuado para alcanzar la convivencia y paz definitivas".

Además, ha considerado que "el plan peca de utilizar un lenguaje complejo, en algunos casos eufemístico y lo suficientemente abstracto y genérico para buscar un acuerdo que, si se basa en criterios muy etéreos, puede motivar que se eludan algunos compromisos" que consideran "obligados".

Falta de plasmación de sus derechos

También ha destacado que, "desde el punto de vista de las víctimas del terrorismo", echan en falta "una mayor presencia de su causa y la plasmación de sus derechos a la memoria, justicia y verdad".

"Creemos que un acuerdo de convivencia no es posible si no se asumen unos criterios éticos irrenunciables, acordados y asumidos por todas las formaciones democráticas y a las que se deberían adherir quienes hasta ahora no asumían las reglas del juego democrático", ha indicado en referencia a la izquierda abertzale.

En esta línea, ha indicado que les habría gustado "una referencia más explícita a que los principios del Estado de Derecho son fundamentales para una convivencia democrática plena".

"Estimamos que un plan de convivencia, en este momento, debería haber exigido de una manera más rotunda la desaparición de ETA. Entendemos que sigue siendo un objetivo necesario la deslegitimación ética, social y política del terrorismo, y la exigencia del reconocimiento del daño causado", ha señalado.

De acuerdo con los objetivos

Pese a todo ello, ha Fundación Fernando Buesa ha asegurado que "están de acuerdo en buena parte de los objetivos y de las iniciativas reflejadas en el plan". "La cuestión que nos preocupa es cómo se va a concretar cada uno de esos objetivos a través de las distintas iniciativas", ha precisado.

Por último, ha indicado que, en la concreción de la puesta en marcha de las iniciativas, "posiblemente van a surgir discrepancias" que consideran que deben ser abordadas "desde los consensos éticos básicos que ya han sido alcanzados en estos últimos años".

"En todo caso, va a ser necesario un replanteamiento del Plan de Paz y Convivencia que concite acuerdos desde el compromiso y la asunción de estos valores y criterios éticos y democráticos ineludibles", ha concluido.