El acusado de apuñalar a otro queda en libertad tras declarar la viuda que "no estaba ese día allí"

El fiscal, que pedía 15 años de cárcel, retira la acusación y el juez dicta una sentencia absolutoria y ordena su puesta en libertad
Juicio por homicidio
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EUROPA PRESS
Juicio por homicidio

El acusado de apuñalar a otro hombre en el exterior de un bar en Boo de Guarnizo en el año 2000 y que estaba en prisión provisional desde el pasado verano ha quedado hoy en libertad después de que la viuda de la víctima haya declarado que J.J.S. "no estaba" en el lugar el día que ocurrieron los hechos.

"Esta persona no estaba ese día allí", ha manifestado la mujer -que estaba con su marido cuando se produjo la pelea y agresión- tras reconocer al acusado en el juicio. Ante esto, el fiscal, que pedía 15 años de cárcel, ha decidido retirar la acusación. Por su parte, el juez ha acordado disolver el jurado y ha dictado una sentencia absolutoria y oral en la propia sala donde se estaba celebrando la sesión, en la Sección Tercera de la Audiencia de Cantabria.

De este modo, al no haber causa, y como "no tiene sentido" que el acusado siga en la cárcel, el magistrado ha ordenado su inmediata puesta en libertad.

El acusado aseguró ayer, en su declaración, que el 1 de abril del año 2000, cuando se produjo el apuñalamiento, estaba trabajando en Pontevedra.

En la sesión de hoy, la viuda, que estaba junto a su marido en el momento de la discusión con los agresores, ha admitido que con motivo de la investigación ha hecho varios reconocimientos, en uno de los cuales reconoció al acusado como presunto autor de los hechos, aunque cuando llegó a casa le "entraron dudas".

Y es que, según ha matizado hoy, la persona que reconoció entonces era "más o menos" de su misma estatura, mientras que durante la pelea y agresión, su marido quedó entre dos hombres "más altos" que él, que medía 1,75 metros, uno rubio y otro moreno.

En el juicio también ha declarado el cómplice del apuñalamiento, E.C.R., que fue condenado a cinco años y medio de cárcel tras su detención en 2001, y que al igual que la viuda, no ha reconocido a J.J.S. como autor de los hechos. Así, le ha visto "dos veces" en la prisión de El Dueso, "pero no le reconozco como autor de los hechos", ha aseverado.

Asimismo, ha coincidido con la mujer en que quien realizó las puñaladas era moreno y de su misma altura, y ha precisado al respecto que él mide 1,80 metros.

Tras la discusión,

La vida de su marido duró "tres minutos"

En cuanto a los hechos, la mujer ha relatado que todo ocurrió por "casualidad" ya que era sábado y su marido -que estaba empleado en la construcción- solía trabajar ese día. Sin embargo, como libraba y hacía bueno se acercaron al bar donde ocurrió todo, que era el más próximo a su domicilio, pues además habían pintado el piso e iban a comer más tarde de lo habitual, en torno a las tres y media (la agresión tuvo lugar sobre las tres).

Tras entrar en el bar a pedir las consumiciones, salieron y se sentaron junto a una ventana. En un momento dado, se acercaron dos jóvenes, uno de los cuales les dijo "si yo fuera tan viejo como vosotros, en vez de tomar el sol el sol me estaría tomando a mí". El otro espetó a la esposa que él la "haría mujer", a lo que el esposo replicó que él le "haría hombre".

A partir de ahí, la vida de su marido duró unos "tres minutos", pues todo ocurrió "muy rápido". Es algo que "se escapa del control de cualquier ser humano", ha apostillado la mujer, después de confesar que lo ocurrido le ha "destrozado" la vida y que desde entonces ella ha procurado "olvidar" lo sucedido.

Así, tan solo recuerda que su marido cruzó la carretera "lleno de sangre", así como el haber visto una navaja y que, durante la pelea y agresión, su esposo quedó "en medio de dos personas".

"hubo una discusión,

Una pelea y un muerto"

Por su parte, el cómplice del apuñalamiento, que ha admitido que en el momento de los hechos bebía alcohol, consumía drogas y "siempre" portaba arma blanca, no conocía "de nada" ni al acusado ni a la víctima y su esposo.

Aunque no se acuerda "muy bien" lo sucedido, pues han pasado casi 14 años y tiene la cabeza "como una hormigonera" —es toxicómano desde los doce años—, recuerda que hubo "una discusión, una pelea y un muerto".

Ha añadido que desconoce por qué se inició la discusión pero ha afirmado que hubo golpes. En este sentido, ha agregado que le "parece" que dio "un par de puñetazos" al hombre que luego resultó muerto. Antes de abandonar el lugar, E.C.R. vio cómo la víctima "sangraba abundantemente".

Respecto a su condena como cómplice del homicidio, ha comentado que con el acuerdo con la Fiscalía de cinco años y medio de cárcel y una indemnización de 178.000 euros a la esposa e hija del fallecido salió "ganando", pues según ha dicho, en las primeras declaraciones la viuda le exculpó de lo ocurrido, aunque luego aseguró que había agredido a su marido. Así, si sigue declarando, ha comentado, "me carga el muerto".

Otros testimonios

En la sesión también ha declarado la hija del fallecido, que en el momento de los hechos tenía 14 años. Ese día, la chica estaba cerca del lugar, dando un paseo con una amiga, pero no vio "nada". Solo se acuerda de cuando le avisaron porque "algo malo" había pasado.

Además, ha prestado declaración un testigo protegido, la persona que avisó a la ambulancia, que tampoco vio la pelea ni la agresión, por lo que no sabe quién la realizó.

Tras la declaración de dos agentes de la Guarida Civil, que han ratificado los atestados emitidos en su día, y antes de que entraran en la sala los peritos, se ha producido un receso en el juicio, durante el cual el fiscal ha retirado la acusación.

A continuación, el juez ha disuelto el jurado y ha declarado la absolución del acusado, ordenando su inmediata puesta en libertad.

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