El secretario general de Paz y Convivencia del Gobierno vasco, Jonan Fernández, ha asegurado que el plan elaborado por el Ejecutivo autonómico sobre esta materia deja clara la "responsabilidad principal" de ETA en la vulneración de derechos humanos en la historia reciente de Euskadi. No obstante, ha asegurado que está dispuesto a cambiar algunos de los contenidos del documento para "calmar" algunas de las "inquietudes" que haya podido suscitar.

Fernández, en una rueda de prensa en Vitoria, ha repasado este martes las aportaciones que partidos políticos y colectivos sociales han realizado a la propuesta de 'Plan de Paz y Convivencia' del Gobierno autonómico. Al margen de las propuestas que han realizado los partidos, también han registrado sugerencias grupos como el colectivo de apoyo a presos de ETA Herrira o asociaciones de víctimas como la AVT o Covite.

Entre las formaciones políticas, el PSE-EE y el PP han criticado la "ambigüedad" del texto y su "complacencia" con las posiciones defendidas por la izquierda abertzale respecto al terrorismo y las vulneraciones de derechos humanos. Por el contrario, desde EH Bildu se ha denunciado que el plan se centre en ETA y obvie la "violencia" de Estado.

Fernández ha reconocido que varias de las aportaciones realizadas al texto por los grupos del Parlamento vasco reclaman que el documento "deje patente la principal responsabilidad de ETA en nuestra historia reciente".

Nueva propuesta

Aunque ha considerado que el plan ya constata dicha "responsabilidad principal", se ha mostrado dispuesto a incorporar algunas modificaciones al mismo, tanto en esta como en otras materias, si de esa forma se logra "calmar" algunas de las "inquietudes" que haya podido suscitar. De todas formas, ha avisado que los cambios que se introduzcan no desvirtuarán los "principios" sobre los que se ha elaborado el plan.

Fernández, pese a todo, ha advertido de que pensar que un plan de estas características pueda suscitar "de inicio" la adhesión de todos los grupos de la Cámara vasca resulta una "utopía", dada la "complejidad" del asunto al que se refiere.

El responsable de Paz y Convivencia del gabinete de Iñigo Urkullu ha lamentado que buena parte de las alegaciones que se han presentado al texto no apunten más que a supuestos "juicios de intención" del Ejecutivo, en lugar de centrarse en contenidos concretos del documento.

"grandes preocupaciones"

Sin embargo, ha reconocido que se han detectado varias "grandes preocupaciones" en relación al documento. Dichas preocupaciones son la forma en la que se "jerarquizan" las responsabilidades de lo que ha ocurrido en el pasado, cuáles son "los mínimos éticos y democráticos que deben exigirse", y cual es la "narrativa" que se elabora sobre el pasado. "Pedir al plan que resuelva de partida todos estos problemas es pedir mucho", ha avisado.

El secretario general de Paz y Convivencia del Gobierno vasco ha explicado que estudiará todas las alegaciones que se han presentado al texto y que, a partir de ahí, contactará con los partidos políticos para tratar de acercar posturas. En las próximas semanas elaborará una nueva propuesta de documento y, previsiblemente, a finales de noviembre se aprobará la versión definitiva del texto.

"TENSIÓN"

Por otra parte, ha reconocido que lo ocurrido en las últimas semanas, con la operación contra el colectivo de apoyo a presos Etxera, los insultos de EH Bildu a un parlamentario del PP o el ataque a una sede de este partido en San Sebastián son muestras de "convulsión" y de "tensión".

Fernández ha subrayado la necesidad de abordar estos problemas desde posiciones "constructivas" y desde el "diálogo", con el objetivo de avanzar "a medio plazo" hacia un espacio de "convivencia". Respecto a la situación de parálisis que vive la Ponencia de Paz del Parlamento vasco, ha confiado en que se pueda superar también desde la búsqueda de "salidas constructivas".