La propiedad del número cuatro de la calle San Juan de Dios ha ejecutado el derribo de este edificio, que había sido declarado en ruina por el Ayuntamiento de Santander, según informó el concejal de Infraestructuras, Urbanismo y Vivienda, César Díaz.

Díaz explicó que, tal y como constata el informe emitido por el arquitecto municipal, se trataba de un edificio desocupado que data del año 1920, según el catastro, y que presentaba un "deficiente estado de conservación", tanto exterior como interior, como consecuencia del "prolongado abandono" y el "nulo mantenimiento".

En este sentido, precisó que era una construcción realizada con estructura de madera y fachadas de ladrillo enfoscado, destinado a vivienda de tipología tradicional, con cubierta de teja árabe sobre ripia, con una superficie construida de 216 metros cuadrados, repartidos en planta baja, primera y segunda.

"Exteriormente el inmueble, que se encontraba desocupado desde hace muchos años, presentaba numerosos desconchones con pérdida de material de fachada, grietas y abombamientos con pérdida de verticalidad", relató el edil, quien añadió que los balcones y aleros presentaban igualmente un "pésimo" estado de conservación.

En cuanto al estado de la cubierta, Díaz señaló que presentaba importantes abombamientos, vegetación acumulada, mal estado generalizado de canalones y bajantes, filtraciones y vegetación acumulada.

"En similar situación se encontraba la estructura del inmueble, donde se observan desplomes generalizados de los forjados y humedades en los pisos superiores, mientras que en el interior, se apreciaban filtraciones, carpinterías rotas e instalaciones obsoletas", concretó.

Por todo ello, se declaró la situación de ruina del inmueble, obligando a sus propietarios al derribo del mismo, así como a la posterior limpieza y vallado de la parcela.