Autoridades policíacas continuaban este viernes en busca de pistas para conocer las razones que llevaron a una mujer a protagonizar una persecución en calles de Washington, que concluyó cuando policías le dispararon para quitarle la vida.

Aunque la víctima fue identificada como Miriam Carey, de 34 años de edad, residente del estado de Connecticut, donde se desempeñaba como técnica dental, no parecían haber más pistas que permitieran explicar su fatal conducta.

La madre de Carey dijo a la cadena televisiva ABC que su hija padecía de depresión post-parto tras haber dado a luz a su hija en agosto pasado. Tampoco se conocen hasta ahora las razones por las que Carey viajó a la capital estadunidense el mismo día que tenía que atender una cita médica en Connecticut.

La menor de edad viajaba dentro del vehículo que su madre conducía, de donde fue rescatada por la policía sana y salva, y puesta bajo resguardo de las autoridades.

Según la cadena, la mujer sufría problemas mentales, ya que en su vivienda de Connecticut había medicación para la esquizofrenia. Además, su pareja había llamado a la Policía en dos ocasiones en 2012 por la conducta "irracional" de Carey.

En esta ocasión, la mujer aseguró a la Policía que Obama había rodeado su casa y que la mantenía vigilada con cámaras en su propia casa. Su madre, Idella Carrey, ha confirmado que su hija fue hospitalizada tras sufrir el pasado año una depresión postparto. La mujer estaba siendo tratada por sus problemas psicológicos.

El jueves, la mujer se enzarzó en una discusión verbal con los policías de un puesto de control ubicado en los alrededores de la Casa Blanca y, al verse acosada, huyó en dirección al Capitolio con su hija en el interior del vehículo.

Los agentes del servicio secreto trataron infructuosamente de detener el vehículo, el cual arrolló a uno de los agentes antes de darse a la fuga para enfilar con rumbo al Capitolio.

En esos terrenos Carey burló en dos ocasiones el cerco policiaco, provocando la colisión de una patrulla que dejó herido a otro policía, antes de estrellar su vehículo contra un poste en una de las entradas de acceso al complejo legislativo.