Para que se haga realidad el proyecto aún queda algún tiempo. De momento, vivir en La Marina es hacerlo en una zona «muy cómoda y tranquila», como dice Elvira Ruiz camino de la iglesia de San Jorge, junto a la plaza de María Pita.

Zona comercial

El comercio tiene su máxima expresión en la calle Real, una de las más transitadas de la ciudad y que por la abundancia de tiendas es la imagen de la revalorización de la zona.

En esta misma vía también se hace patente la cruz del lugar: la necesidad de rehabilitación de inmuebles por su abandono, un problema constantemente denunciado por los vecinos.

Aún así, los pisos se cotizan al alza. Se aprecia en las reformas de auténtico lujo en La Marina o la plaza del Ayuntamiento. Se paga lo que sea «porque todo el mundo quiere volver al centro», comentan desde las inmobiliarias.

No todo es calma y paz. A dos pasos, en la plaza del Humor, el botellón causa estragos. «Es un mal vivir», declara María Olmos sobre un fenómeno «que llega a los soportales de San Agustín» y que «los fines de semana no nos deja dormir», afirma esta vecina, que pasea por Riego de Agua.

Los datos:

Situación entre San Andrés, Ciudad Vieja y Los Cantones

Población 2.000 vecinos

Servicios pasan 11 líneas de bus, es uno de los epicentros comerciales de la ciudad