El presidente del Principado, Javier Fernández, se ha mostrado este viernes partidario de "rebajar el voltaje político" en el municipio de Cudillero, concejo en el que los socialistas tienen mayoría absoluta y que vive una delicada situación política después de que los tribunales hayan anulado los nombramientos de distintos alcaldes. En una contestación al PP en el pleno de la Junta General del Principado de Asturias, Fernández ha dicho que bajar la tensión en Cudillero tiene que hacerse "entre todos" por el bien de una ciudadanía "que tiene que estar desconcertada".

Fue la portavoz del PP, Mercedes Fernández, quien le preguntó si el Consejo de Gobierno tenía alguna acción prevista en relación a Cudillero. El dirigente asturiano ha dicho que no hay nada previsto por parte del Principado en relación a ese "lamentable" asunto. Pero Javier Fernández, que también es secretario general de la Federación Socialista Asturiana (FSA-PSOE), ha insistido en que él cree que lo mejor es que se convoquen elecciones en el concejo.

El socialista, que ha dicho que él no ha podido hacer nada ante lo ocurrido para no vulnerar la autonomía local, unas elecciones permitirían combinar el principio democrático con el principio de estabilidad que necesita Cudillero.

"Espero que usted no tenga miedo a las elecciones y que pretenda ganar el Ayuntamiento desde el despacho", le ha dicho a Mercedes Fernández, a quien ha reprochado además sus críticas a la secretaria del Ayuntamiento de Cudillero. "No es conveniente ni bueno presionar a funcionarios, demuestra talante linchador", ha apuntado.

Mercedes Fernández, sin embargo, le ha dicho al presidente asturiano que las sentencias judiciales "son para cumplirlas" y que no es admisible intentar "bordearlas". La mayoría absoluta de los socialistas, para el PP, "no les da derecho a hacerlo todo".

Ha explicado que Cudillero, donde llevan gobernando los socialistas desde hace muchos años, lleva mucho tiempo sin estabilidad, con unos presupuestos prorrogados desde el año 2008. En el municipio, ha añadido, ni hay "condición democrática, ni humildad ni sentido común", ha concluido, haciendo alusión a palabras que el propio Javier Fernández utilizó en su discurso de investidura.