Playas del Cantábrico: para pasear ahora que acabó el verano

  • Las Catedrales, en Lugo, es para muchos la playa más bella de España.
  • La Ballota (Asturias) es playa con chimenea y sobre todo, fotogénica.
  • Valdearenas bordea el parque natural de las Dunas de Liencres.
  • La Salvaje es un lujo de 750 metros al que se puede llegar en metro.
La Salvaje, en Vizcaya, es lugar obligado para los surfistas.
La Salvaje, en Vizcaya, es lugar obligado para los surfistas.
FLICKR/artberri
La Salvaje, en Vizcaya, es lugar obligado para los surfistas.

Se acabó el verano y ya nadie baja a la playa… ¿quién dijo que no? Aunque sin calor ni tanto sol, las playas siguen siendo un lugar para recorrer y disfrutar. Las playas merecen un paseo y las del Cantábrico mucho más. Paseos relajantes, sin bañistas en la costa, con las playas y el mar mostrando su belleza más "natural".

Las Catedrales (Lugo)

En el concejo de Ribadeo, a 9 kilómetros al oeste de la población. Para muchos, es la playa más bella de España. Sólo con la bajamar se puede caminar bajo los arcos y las bóvedas que las olas han esculpido en los paredones de pizarra y esquisto y que han dado nombre a esta belleza anfibia.

Ballota (Asturias)

En Cue (concejo de Llanes), a 111 kilómetros al este de Oviedo. Entre Cue y Andrín, a cuatro kilómetros de la villa de Llanes, se halla la playa de Ballota. Desde el mirador de la Boriza, que está en lo alto del monte, se ve de cine su concha acantilada de 400 metros, su islote del Castro y, en la punta occidental, su famoso bufón, una chimenea natural que en invierno lanza el agua comprimida de las olas a 40 metros de altura, como un géiser. En resumen es tan fotogénica que ha servido de decorado para más de una película, como El detective y la muerte, de Gonzalo Suárez.

Valdearenas (Cantabria)

En Liencres (municipio de Piélagos), a 15 kilómetros al oeste de Santander. Este rincón salvaje de Cantabria bordea el parque natural de las Dunas de Liencres. La playa de Valdearenas son dos kilómetros hasta llegar al Puntal, donde el río Pas desemboca.

Arenal de Sonabia (Cantabria)

En Sonabia (municipio de Liendo), a 58 kilómetros al este de Santander, a medio camino entre Laredo y Castro Urdiales. Es una playa de agua esmeralda y soledad estremecedora. Uno de sus grandes atractivos es la nutrida colonia de buitres leonados que anida en sus acantilados, la única en Europa que lo hace al borde del mar.

La Salvaje (Vizcaya)

En Sopelana, a 24 kilómetros al norte de Bilbao. Es una playa salvaje de 750 metros pero para nada solitaria, especialmente por su cercanía a Bilbao. Vienen paseantes; vienen surfistas –a probar sus famosas olas–; vienen parapentistas –a lanzarse desde lo alto de los acantilados–; y vienen los curiosos que disfrutan viendo a todos los anteriores. Para todos ellos es fácil porque a esta playa se puede llegar en metro.

Laga (Vizcaya)

En Ibarrangelu, cerca de Gernika, a 46 kilómetros al noreste de Bilbao. Esta playa se encuentra entre la desembocadura de la ría de Gernika y el cabo Ogoño. El plan tranquilo es contemplar la playa desde el cabo Ogoño, a donde se puede subir caminando media hora desde el cementerio de Elantxobe. Playa de medio kilómetro, es una de las muchas maravillas de la reserva de la Biosfera de Urdaibai. Además, para los activos, en invierno hay pocos lugares mejores para surfear.

Algorri (Guipúzcoa)

En Zumaia, a 34 kilómetros al oeste de San Sebastián. En este paseo vamos desde la ermita de San Telmo, a las afueras de Zumaia, hasta la cala de Algorri. De este modo caminamos por un acantilado que no esconde sus nítidos estratos. Es toda una lección de geología: cinco minutos de paseo equivalen a 50 millones de años. En el Centro de Interpretación Algorri lo explican con detalle y mucho mejor.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!

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