Música a dos órganos en la Catedral promocionará el Camino de San Frutos, impulsado para dinamizar el nordeste segoviano

Antiguos alumnos del Seminario de Segovia han organizado un concierto a dos órganos en la Catedral para colaborar en el impulso del Camino de San Frutos, un recorrido rural que une Segovia con la Ermita de San Frutos, en las Hoces del Río Duratón, habilitado para dinamizar la actividad de 20 núcleos de población situados en una de las zonas del deprimidas del nordeste de la provincia.

Antiguos alumnos del Seminario de Segovia han organizado un concierto a dos órganos en la Catedral para colaborar en el impulso del Camino de San Frutos, un recorrido rural que une Segovia con la Ermita de San Frutos, en las Hoces del Río Duratón, habilitado para dinamizar la actividad de 20 núcleos de población situados en una de las zonas del deprimidas del nordeste de la provincia.

El concierto, que será gratuito, se celebrará el sábado 5 de octubre a las 20.00 horas. Los organistas mallorquines Rafel Riera y Arnau Reynes interpretarán durante el mismo obras de Haendel, Cabanilles, Bruna, Fisher, Clarke, Soler y Piaza, según han informado fuentes de la Diputación.

Desde hace un tiempo, la promoción de seminaristas de Segovia de 1958 se reúne periódicamente. En esta ocasión han decidido organizar algunas actividades para festejar su encuentro.

Así, junto con el concierto, el medio centenar de estos antiguos alumnos que acudirá a la cita iniciará el Camino de San Frutos, que será completado en cuatro etapas. Los seminaristas, hoy repartidos por ciudades como Málaga, Barcelona, Palma de Mallorca y Madrid, e incluso por países como Guatemala, han querido aprovechar la proximidad de la festividad del patrón para reivindicar la importancia de este recorrido.

El Camino discurre por el nordeste segoviano a través de 77 kilómetros y varios términos municipales con lugares de gran valor artístico, cultural, histórico, natural y gastronómico. A su riqueza románica y arqueológica, el patrimonio natural que aporta la falda de la Sierra de Guadarrama o la contribución culinaria de villas como Pedraza, se une su relevancia como ruta de espiritualidad y peregrinaje, recorrida por San Frutos, patrón de la capital segoviana.

Sin embargo, las zonas que atraviesa se encuentran hoy despobladas, registran entre uno y diez habitantes por kilómetro cuadrado, y necesitan una actividad especial que prevé promoverse gracias al trayecto y con el apoyo de instituciones como la Diputación de Segovia o la Junta.

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