El cierre de Gobierno de Estados Unidos deja solos a Lincoln y a la Estatua de la Libertad

  • El bloqueo parcial del Gobierno de EE UU dejado a los turistas a las puertas de los parques nacionales y numerosos monumentos del país.
  • En Washington, donde se concentran las sedes de la mayoría de las instituciones federales, se ha notado un fuerte descenso de la actividad.
  • Más de 800.000 funcionarios estadounidenses han quedado suspendidos de empleo y sueldo mientras esta situación se mantenga.
  • La situación tiene un coste de más de 1.000 millones de dólares semanales.
  • Los republicanos intentan bloquear así la reforma sanitaria de Obama.
La silueta de la estatua del primer presidente de Estados Unidos, George Washington, en el Capitolio en Washington (Estados Unidos).
La silueta de la estatua del primer presidente de Estados Unidos, George Washington, en el Capitolio en Washington (Estados Unidos).
Michael Reynolds / EFE
La silueta de la estatua del primer presidente de Estados Unidos, George Washington, en el Capitolio en Washington (Estados Unidos).

Abraham Lincoln ha amanecido solo este martes, sentado en su butacón de mármol. Los miles de turistas que a diario visitan su monumento en Washington no pudieron siquiera acercarse a la escalinata, por culpa de la paralización parcial de las actividades del Gobierno de EE UU. La escultura gigante que representa al legendario presidente estadounidense suele estar copada de curiosos y visitantes, una parada ineludible para cualquier viajero que haga escala en Washington y pretenda conocer el corazón político estadounidense.

Es el caso de Judy Thompson, que llegó el lunes desde Los Ángeles con otras cinco amigas con las que forma un pequeño club de tenis. "Teníamos visita programada para ver el Congreso para mañana, y hoy no podemos ver los monumentos", explica.

Thompson se ha cruzado la nación de costa a costa pero ha llegado en el peor momento. "Cómo podríamos saber que iba a pasar esto. Mi marido ha escrito al Capitolio para quejarse. No puede ser que vengamos para ver los museos y los monumentos de Washington y nos tengamos que quedar en la puerta", insiste.

La falta de acuerdo entre republicanos y demócratas para alcanzar un acuerdo presupuestario que evitara la situación ha provocado, entre otras cosas, que parques nacionales, museos y monumentos estén cerrados al público a lo largo y ancho del país. Por esta razón, Roger Dow, presidente de la Asociación estadounidense de viajes, ha indicado en un comunicado que esta situación, así como la incertidumbre que esta situación genera en el viajero, puede causar "un daño grave e inmediato en la economía del país".

Si la situación se prolonga, las consecuencias de la parálisis de parte de la Administración federal "podría afectar a las inversiones en infraestructura de viajes a largo plazo", ha advertido Dow.

Esta frustración se traslada también, y de forma directa, al sector turístico y de negocios. Frank Fuentes, director de ventas de Z Ocean Hotel, en Miami Beach, explica que la parálisis "no sólo afectará a los funcionarios públicos, sino a muchos congresos y ferias donde las compañías hacen negocios con el Gobierno y ahora no pueden mantener reuniones ni cerrar acuerdos".

En opinión de Fuentes, el cierre parcial de la Administración tendrá una repercusión especialmente negativa en "mercados más corporativos como el de Nueva York o Washington", que "han debido sentir un impacto negativo en las reservas de hotel", puso de relieve. De hecho, precisó el directivo, un congreso que cuente con reunir en un recinto ferial a 800 profesionales e interesados puede ver reducida esa cantidad a 500 personas o incluso ninguna.

El sector turístico de Miami, uno de los ejes principales en los que se apoya la economía del sur de Florida, y que supone el 50 o 60 % de los ingresos de la ciudad, puede verse muy tocado "si el cierre de la Administración se prolonga durante varios días", apostilló Fuentes. "Si esto dura más de dos o tres días, vamos a ver un impacto negativo en menos de una semana" en el sector turístico y de ocio de la ciudad, ya que la "gente va a empezar a recortar sus gastos" en restaurantes y hoteles, alertó.

Preocupa sobremanera la clausura de museos, lugares emblemáticos como la Estatua de la Libertad y parques naturales nacionales como el de Yellowstone y los Everglades, este último la mayor reserva subtropical de Estados Unidos. Entre los once parques naturales nacionales cerrados figuran también los de Biscayne y el arrecife coralino de Dry Tortugas, este último en los cayos del citado estado, que cuentan con más de dos centenares de empleados públicos

En declaraciones a The Wall Street Journal, Dick Ring, director del National Park Trust Project, ha expresado su alarma por el efecto de esta medida. Ha recordado también que los parques naturales nacionales reciben unos 280 millones de visitantes al año que generan unos 14.700 millones de euros a la economía de EE UU.

Las puertas de los parques nacionales sólo permanecen abiertas para los servicios básicos de los bomberos y de seguridad, una paralización que ha afectado también al Zoológico, el Instituto Smithsonian y las librerías presidenciales. Negocios como el alquiler de embarcaciones y tiendas contratadas en los parques nacionales también han colgado en cartel de cerrado.

La capital, paralizada

Washington es donde más se han notado los efectos del cierre de Gobierno. La capital concentra gran número de las sedes de las agencias federales, y en ella trabajan la mayoría de los 800.000 empleados que este martes no han ido a sus oficinas. En las calles se nota un considerable descenso del tráfico, e incluso los taxistas se quejan de tener menos trabajo del normal.

Como Junko Chinen, empleada del Gobierno Federal y que trabaja para el Museo de Historia Natural de la Institución Smithsonian, el complejo museístico público más grande del mundo. "Nos han dado cuatro horas para que solucionemos todo aquello de última hora que era urgente solucionar", explica a las puertas del edificio donde se encuentran tanto las oficinas como las exhibiciones y muestras.

Al igual que Chinen, cientos de miles de empleados del Gobierno estadounidense recibieron instrucciones y correos electrónicos en los días previos ante la posibilidad de que finalmente tuviera lugar la paralización temporal de la Administración. "No podemos utilizar el correo electrónico vinculado al trabajo, ni abrirlo siquiera. Pero lo que más nos frustra es que no sabemos cuánto va a durar esto, que el Gobierno no nos va a decir cuando acabará y cada medianoche tendremos que estar pendientes de si tenemos que trabajar al día siguiente o no", lamenta.

Aún así, ha habido quien se ha apiadado de los trabajadores federales que al menos desde hoy, y hasta nuevo aviso, están sin empleo y sueldo, como la hamburguesería Z-Burger, quien a lo largo del día ha estado repartiendo menús entre los afectados.

Y es que la capital y su área metropolitana, según ha advertido la Casa Blanca, podrían perder hasta 200 millones de dólares por día mientras se prolongue la paralización, una situación que Washington no experimentaba desde hace 17 años, la última vez que Lincoln se quedó solo.

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