Seísmos en el Golfo de Valencia: ¿naturales o consecuencia de la inyección de gas?

  • La pasada madrugada se produjo otro terremoto frente al Delta del Ebro de magnitud 4,2; el Instituto Geográfico Nacional trabaja en un informe preliminar.
  • El jefe de detección sísmica del IGN asegura que aún no hay una demostración científica, pero apunta a que el 'proyecto Castor' podría ser el origen.
  • Desde el pasado 16 de septiembre la empresa del proyecto dejó de inyectar gas; la Generalitat de Catalunya se reserva acciones legales contra la compañía.
  • La zona no es de alta peligrosidad sísmica; los seísmos no se pueden predecir.
Vista al fondo, de la plataforma ubicada en el Delta del Ebro del proyecto Castor, para almacenar gas en el subsuelo marino, cuyos trabajos han disparado la preocupación entre los habitantes de la zona.
Vista al fondo, de la plataforma ubicada en el Delta del Ebro del proyecto Castor, para almacenar gas en el subsuelo marino, cuyos trabajos han disparado la preocupación entre los habitantes de la zona.
EFE/Jaume Sellart
Vista al fondo, de la plataforma ubicada en el Delta del Ebro del proyecto Castor, para almacenar gas en el subsuelo marino, cuyos trabajos han disparado la preocupación entre los habitantes de la zona.

"La predicción en sismología no existe". No es posible saber, por tanto, si habrá un nuevo terremoto en el Golfo de Valencia y si este va a ser de una magnitud mayor que el de la pasada noche, de 4,2 en la escala Richter, y que el de anteayer, de 3,9. Así lo confirma a 20minutos Juan Rueda, jefe de detección sísmica del Instituto Geografico Nacional (IGN).

Este martes, el director de la Red Sísmica del IGN, Emilio Carreño, ha acudido a una reunión en el Ministerio de Industria para tratar el tema. En las últimas tres semanas se han producido microseísmos en la zona, aproximadamente "unos 300", detalla Rueda, que han coincidido con los trabajos de inyección de gas del llamado proyecto Castor, frente a la costa de Vinarós (Castellón). En las últimas 24 horas ha habido más de veinte.

Este proyecto, con una inversión de 1.200 millones de euros, trata de aprovechar un antiguo pozo petrolífero a 1.750 metros de profundidad bajo el nivel del mar para suministrar hasta un tercio de la demanda de gas del sistema durante 50 días. Industria ordenó hace cinco días a la empresa operadora, Escal UGS, que parara para averiguar si su actividad estaba causando los terremotos.

La compañía ha confirmado que no hay inyecciones de gas desde el 16 de septiembre, aunque Rueda explica que "cuando existe una coincidencia" en el tiempo y en el espacio "con una actividad antrópica" como esta, todo apunta a que los seímos sí tendrían que ver con el proyecto Castor. Otra cosa es, añade, "la demostración científica de la relación, que tendrá que venir a posteriori".

Trabajando en un primer informe

El Instituto está actualmente trabajando en un primer informe "provisional" para el Ministerio que determine las circunstancias de la actividad sísmica, pero hasta que concluya "toda la serie" de seísmos, dice Rueda, no habrá nada definitivo. Escal UGS ha aseverado en un comunicado que ha dado cuenta de los seísmos "al minuto" a las autoridades locales, autonómicas y nacionales.

De hecho, explica que sus propios sismógrafos —tienen dos en las instalaciones— detectaron "microseísmos" desde el día 9, que están colaborando con el IGN y que todo "se ha realizado siguiendo los controles y normativa existente en este tipo de almacenamientos subterráneos".

Protección Civil de la Generalitat de Cataluña, por su parte, dice que la actividad sísmica en esta zona se está produciendo en una falla en el interior del mar frente a la costa del Delta del Ebro y de Castellón —"lo que evitaría un sismo de gran magnitud", asegura— y no descarta "una tendencia al crecimiento en la magnitud de los seísmos". La Generalitat Valenciana ha activado el Plan de riesgo sísmico en fase de seguimiento.

Rueda no se muestra tan categórico sobre ese posible incremento, insiste en que no es posible predecir la tendencia y recalca que la zona afectada "no tiene una gran peligrosidad sísmica" (y así consta en el Mapa de Peligrosidad Sísmica de España). Todo al margen de que como consecuencia de las inyecciones de gas se haya podido producir "una debilidad en una falla", añade, algo contemplado en este tipo de actividades, aspecto que destaca la empresa operadora.

¿Sería posible un tsunami?

El Plan Especial frente al riesgo sísmico en la Comunitat Valenciana dice que la zona de la Cordillera Ibérica y el Golfo de Valencia "está caracterizada por la existencia de fallas normales", aproximadamente paralelas a la costa, y que "para períodos de recurrencia de varios miles de años estas fallas podrían producir terremotos de magnitud moderada".

¿Sería posible la formación de un tsunami en la zona, dada su proximidad con la costa? Rueda asegura que no, teniendo en cuenta que lo que todos conocemos como tsunami es lo que ocurrió en Japón en 2011 tras la catástrofe de Fukushima o en el sudeste asiático en 2004.

Además, señala, en esta zona "no hay espacio" suficiente para que un tsunami así se propagase. En todo caso, apunta a que lo que habría sería una ola pequeña tras un "deslizamiento del fondo marino" y siempre y cuando el terremoto en cuestión fuera de intensidad moderada y tuviera una magnitud superior a 6. Un efecto en el mar sería, concluye, una "consecuencia asociada" y no directa del seísmo.

Con "todas las bendiciones"

Mientras Protección Civil recomienda que la ciudadanía esté atenta a la información de autoridades y canales oficiales de las administraciones públicas, la Generalitat de Catalunya ha anunciado que se reserva acciones legales ante posibles responsabilidades derivadas de los seísmos, ya que afectan a los ciudadanos de las Terres de l'Ebre, en el sur de Cataluña.

El proyecto Castor, ha explicado el ministro de Industria, José Manuel Soria, se inició en 2007 y sus aspectos técnicos estaban cerrados en 2011 con "todas las bendiciones de los departamentos implicados", por lo que en el último año y medio Industria se ha centrado "en la cuestión económica". Dice que aún se está estudiando la relación de causa-efecto entre el proyecto y los seísmos.

El almacenamiento de gas natural Castor está recogido dentro de la Planificación Estratégica de los Sectores de Electricidad y el Gas 2008-2016 del Ministerio de Industria con la máxima categoría (A Urgente). Por su parte, el delegado de la Generalitat en las Terres de l'Ebre, Xavier Pallarés, en declaraciones a RAC 1, cree en el origen de los movimientos "puede haber una negligencia o simplemente que la presión de las rocas no ha aguantado todo el gas que se inyectó".

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