La Asociación de Consumidores de Navarra Irache ha rechazado la subida de la tarifa eléctrica del 3,1 por ciento que se aplicará a los hogares españoles en octubre, ya que "agrava la pérdida de poder adquisitivo" de los ciudadanos, que "en 2013 pagarán por la luz 200 euros más que hace siete años".

Ésta última variación, según ha destacado Irache en una nota, es la cuarta subida de la factura de luz desde el comienzo de año y ha insistido en que "en los últimos siete años el recibo de la luz para los hogares se ha encarecido un 57 por ciento, lo que supone que el gasto anual puede haber superado los 200 euros".

La asociación ha criticado que esta última subida "supondrá una nueva pérdida del poder adquisitivo de los ciudadanos, un agujero que se hace cada vez más grande y que supone una cuestión cada vez más grave cuando se trata de un servicio básico para una población que pasa por difíciles momentos debido a la crisis económica y la incidencia del desempleo".

La asociación, asimismo, ha indicado que "el precio del kilovatio-hora en España es el tercero más caro en Europa, sólo por detrás de Chipre e Irlanda". Además, ha añadido que "fue el Estado de la Unión Europea donde más subió el coste eléctrico -sin impuestos- entre 2006 y 2011, un 69,9 por ciento, frente a la media de la Unión Europea, que marcaba un encarecimiento del 19,9 por ciento, nada menos que 50 puntos porcentuales por debajo".

"No parece que la tendencia haya variado de forma sensible, ya que, según un informe del la Comisión Nacional de la Energía de 2012, España era el tercer país con los precios de la electricidad más caros para los consumidores finales, sólo superado por Malta y Chipre", ha afirmado Irache, que considera que "el consumidor no debe ser quien soporte los desequilibrios en el sector, aún menos con las actuales dificultades económicas",

Por ello, la asociación ha defendido que "no se puede seguir haciendo pagar más al consumidor por la factura de la luz hasta que mejore la situación económica o, cuando menos, haya una reorganización del sistema y se dé una competitividad real en el sector que permita a los consumidores acceder a precios más asequibles y conocer los costes reales que supone el servicio".

Mientras, ha agregado, "habrá que comprobar que la reforma del sector eléctrico no hace que sean finalmente los consumidores los que tengan que pagar la falta de sostenibilidad y transparencia que se da en este mercado".

Irache ha concluido que "en principio ya se ha anunciado que los consumidores tendrán que asumir 900 millones del desequilibrio del sector, a la espera de que, en última instancia, no repercuta también en ellos el coste que deben asumir las propias compañías".