Los vecinos exigen control policial en zonas de ‘afters’

Los residentes de El Ensanche, Elviña, Monelos y Santa Margarita denuncian constantes agresiones, peleas y trapicheo de jueves a domingo.
Peleas multitudinarias, música y ruido insoportables, destrozos de mobiliario urbano, trapicheo de drogas, agresiones verbales e incluso sexuales. Los vecinos de cuatro barrios de la ciudad ya no pueden más por culpa de los after hours.

Exigen a las autoridades que incrementen la vigilancia policial para poner coto a los excesos que se producen en el entorno de esos locales, que califican como «los nuevos focos del vandalismo».

Los after hours denunciados por los residentes están en las calles Bugallal Marchesi, en Monelos; Magistrado Manuel Artime, cerca de Santa Margarita; Pintor Joaquín Vaamonde, en El Ensanche, y Rafael Alberti, en Elviña.

Desde las asociaciones de vecinos coinciden en señalar que «todo sigue igual que antes» y que «a veces da miedo salir a la calle los domingos por la mañana», comenta Paloma Díaz, representante de los residentes en la calle Magistrado Manuel Artime. «Queremos seguridad de una vez», añade la representante vecinal de la zona próxima a Santa Margarita.

Recogida de firmas

En otros lugares conflictivos han optado por reunir firmas para intentar presionar al Ayuntamiento.

Es el caso de los vecinos de El Ensanche, hartos de las peleas del fin de semana en el entorno de la plaza de Vigo. O el de Monelos, ante la presencia de gente en estado ebrio por la mañana en las cercanías de las calles Bugallal Marchesi y Álvaro Cunqueiro.

Entre unos y otros llevan casi dos mil firmas recogidas. Y, como comenta Gerardo Crespo, de El Ensanche, «estamos a la espera de soluciones, pero por ahora no hay ningún movimiento» desde el Gobierno local contra unos establecimientos que a veces prolongan su ruidosa actividad hasta el mediodía.

Sin embargo, la alarma vecinal no es compartida de manera unánime. Al menos entre quienes frecuentan estos locales. Un ejemplo es Ignacio Álvarez, de 29 años, habitual de los after hours de la calle Magistrado Manuel Artime.

«Lo del vandalismo está exagerado, problemas hay como en todas partes», comenta sobre zonas de movida como el Orzán.Ignacio señala que va a los after hours «porque no hay otra cosa a esa hora». «La mayoría de la gente va a su rollo y los hay que incluso se limitan a beber agua», estima en referencia a la profusión de pandillas denunciadas por los vecinos.

En la ley está la trampa

Un after hours lo tiene fácil para existir. La normativa autonómica deja claro que los pubs no pueden abrir más allá de las tres y media de la madrugada; las discotecas, una hora después, con media hora extra para que la gente salga. Los after hours no son ni lo uno ni lo otro; suelen usar licencia de cafeterías y, como tales, abren a las seis de la mañana.

Bugallal marchesi ruido y molestias

Los vecinos señalan a un local cuya música se escucha desde las seis de la mañana hasta mediodía. En su entorno, denuncian, los jóvenes se drogan, orinan en los portales y molestan a los vecinos.

Manuel artime miedo vecinal

Hay dos locales que abren de jueves a domingo hasta las diez de la mañana. Los residentes dicen que «lo que puedes llegar a ver da miedo», pues la zona sufre los excesos de jóvenes en estado ebrio.

Joaquín vaamonde peleas y destrozos

Esta calle y la plaza de Vigo es la más conflictiva. Las peleas se repiten cada fin de semana y a veces son de tal calibre que se saldan con heridos y detenciones. Bancos y papeleras también sufren los excesos.

Rafael alberti música y drogas

Trapicheos y música a un  volumen insoportable en Elviña, denuncian los vecinos, que afirman que se ve de todo desde el jueves hasta el amanecer del domingo, desde molestias a altercados.

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