Una decena de esculturas blancas del artista Bernardí Roig inundarán desde el próximo viernes las salas del Museo Nacional de Escultura, con sede en Valladolid, donde se mimetizarán con sus tradicionales fondos policromados.

La muestra 'Instante blanco', con la que el artista completa una trilogía que le ha llevado a enfrentarse a las colecciones de otros dos museos de primera fila como el Museo Ianchelevici en La Louvière (Bélgica) y el Lázaro Galdiano en Madrid, está concebida por el propio artista, que con sus esculturas "redefine los espacios del Museo".

"De esta forma, Bernardí Roig rompe el silencio devoto del lugar y establece un diálogo con las piezas del museo creando una nueva mirada que reactiva la presencia de las obras del pasado y da lugar a un recorrido inédito", han destacado fuentes del espacio cultural en un comunicado recogido por Europa Press.

El trabajo de Bernardí Roig ha estado siempre vinculado a la poética de los espacios y ha establecido un tenso diálogo con la memoria de las imágenes.

"El museo es la casa de la memoria, el lugar donde se sedimentan las imágenes que han formado, en otra época, el imaginario colectivo de una cultura. Estas mismas imágenes, alteradas y recodificadas por el artista, desordenan microfragmentos de la memoria, ofreciéndonos una nueva lectura del espacio, una nueva percepción de las imágenes que pensamos asentadas en nuestra memoria", señalan las mismas fuentes.