El criminólogo del caso de Donoso espera que "en poco tiempo" encuentren el coche de los hechos

Advierte de que si la Policía no halla los restos de cabello en el laboratorio de Sevilla "sería un caso de negligencia del Ministerio"
Soledad Donoso
Soledad Donoso
EUROPA PRESS
Soledad Donoso

El criminólogo del caso de Soledad Donoso, la joven cordobesa cuyo cadáver fue hallado junto al río Guadalquivir en la capital hace 21 años, espera que "en poco tiempo" encuentren el coche de los hechos, marca Golf del año 1991 —que se puede consultar en la dirección web 'www.facebook.com/pages/Soledad-Donoso/' y llamar al 652182069—, y con el que se "aclararía" el presunto crimen, puesto que en dicho vehículo supuestamente se montó la joven momentos antes, según han asegurado algunos testigos que han llevado a la Policía Nacional a investigar varios automóviles, sin hallar por el momento vinculación con el suceso.

En declaraciones a Europa Press, el criminólogo Félix Ríos ha comentado que dado que las labores de la Policía han sido "infructuosas", se prevén llevar a cabo algunas iniciativas para localizar el coche, tras contar con datos "más centrados", aunque subraya que "el problema es que si el propietario del coche sabe que los buscamos y no da la cara va a incurrir en un delito de encubrimiento de asesinato", a lo que añade que se sabe que "el dueño del coche no tiene nada que ver con el asunto, se lo prestó al presunto asesino ese día y después se lo devolvió".

En cuanto a la llamada sobre un posible encubrimiento policial en el caso, espera que la persona que avisó "vuelva a llamar y dé datos un poco más concretos que permitan la labor de Asuntos Internos de la Policía Nacional para ver por dónde se puede seguir", puesto que "aportó datos específicos de los policías que podrían estar implicados, pero necesitan datos que digan si de ahí se puede hilar o instruir diligencias y demostrar si ha habido encubrimiento", comenta.

No obstante, apunta que "el mensaje es que si entregan el coche" del encubrimiento policial se olvidarían en la acusación, de lo contrario asegura que se llevarán "por delante a quien sea", porque "está claro que es un asesinato", de manera que "si alguien ha metido mano y ha encubierto se investigará", subraya el criminólogo, quien argumenta que "existe la posibilidad de la prescripción de delito, pero no está clara, porque el tiempo en el que la instrucción está abierta no cuenta para la prescripción".

Así, detalla que "se instruirían diligencias, se determinaría que efectivamente pudo haber habido mala praxis policial o encubrimiento y se estudiaría si está prescrito o no", algo que, a su juicio, "no está tan claro porque el caso estuvo abierto en instrucción bastantes años", desde 1992, a lo que añade que "la imagen de esas personas quedaría en entredicho".

Por otra parte, sobre los restos de cabello que se encontraron en la escena y que se remitieron a la Policía Científica en Sevilla tras producirse el suceso y "el Juzgado dio orden expresa de que no se destruyeran porque era un caso sin resolver", detalla que "cuando se reabrió el procedimiento el año pasado, la jueza ordenó al laboratorio de Sevilla que localizara los restos y extrajera ADN, pero la respuesta del laboratorio es que han pasado 20 años, que se habían mudado y no saben dónde están".

En cualquier caso, se les volvió a requerir para que "los localicen", puesto que "de lo contrario sería un caso de negligencia por el Ministerio del Interior, que acarrearía cualquier tipo de responsabilidad legal y es motivo para un pleito en el que indemnice a la familia", porque "no puede ser que se pierdan las pruebas de un asesinato porque hayan pasado 20 años y haya habido una mudanza", ha aclarado.

Investigación de la llamada

Cabe destacar que el Juzgado de Instrucción número 7 de Córdoba investiga una llamada en la que se informaba sobre la posible implicación de determinados agentes policiales en un posible encubrimiento de pruebas que apuntaban a R.C.G., imputado en el crimen de la joven Soledad Donoso, fallecida hace 21 años. El encausado es sobrino de un policía que en esa época estaba en activo.

En concreto, una persona llamó desde una cabina a un teléfono habilitado por la familia para recoger pistas. En esa llamada —efectuada en abril— aportó nombres, apellidos y datos policiales de los agentes que pudieran estar implicados. "Ellos se encargaron de hacerlo desaparecer todo", según figura en la transcripción que obra en poder del juzgado.

Como se recordara R.C.G., que no fue interrogado en su día ni por la Policía Nacional ni por el juzgado, declaró ante la juez en abril y negó cualquier tipo de implicación en el caso. Soledad Donoso Toscano, de 18 años, salió de su casa en la plaza de San Pedro para ir a trabajar a una pizzería de la avenida de Barcelona en la tarde del 28 de septiembre de 1992, pero nunca llegó a su destino. Su cuerpo se encontró 14 días después en El Arenal, en proceso de descomposición, después de que un paseante avisara al 091.

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