La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en colaboración con la Fundación Manuel Benedito, reúne piezas de prestigiosas pinacotecas para acercar al gran público del artista valenciano (Valencia, 1876 - Madrid, 1963), discípulo aventajado de Joaquín Sorolla, cuya particular mirada supo captar la esencia de los siglos XIX y XX.

Desde este martes hasta el 27 de octubre, los visitantes podrán admirar una muestra compuesta por 55 piezas reunidas por iniciativa de la Fundación Manuel Benedito, con las que la institución pretende recuperar para el gran público la figura de un prolífico pintor, que tuvo la fortuna de disfrutar en vida de una fama y reconocimiento más allá de las fronteras españolas.

Para el comisario de la muestra, Pascual Masiá, ésta es una "pequeña antología de lo muchísimo que pintó en una obra variada y rica". En esta línea, Masiá ha planteado que resulta extraño hacer una exposición para recordar una figura como la de Benedito, quien "era alguien extremadamente popular, puesto que desde muy joven gozó de gran recepción crítica y popular".

El Académico Numerario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, José María Luzón Nogué, ha recalcado que Benedito "representa una época de grandes figuras", y ha añadido que con esta exposición cumplen con el "deber" de que personajes como éste sean "más conocidos, por el lugar que debieron ocupar por su gran calidad".

La exposición reúne óleos sobre lienzo o tabla, dibujos a lápiz o carbón, acuarelas y grabados, que reflejan lo más granado de su vastísima producción (estimada en varios miles de piezas), compuesta por paisajes, retratos, bodegones y cuadros de tema en los que predominan el tamaño natural o las grandes composiciones.

La muestra se ha nutrido de obras procedentes de la propia Fundación, y de algunas de las principales pinacotecas españolas, como el Museo del Prado, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, la Colección Carmen Thyssen Bornemisza, el Museo de Bellas Artes de Valencia, la Fundación Banco Santander o la Fundación Casa de Alba, además de otras aportadas por coleccionistas particulares.

Entre las piezas que ahora se exhiben figuran algunas que prácticamente se podrán contemplar por primera vez, como un gran paisaje nocturno de Venecia recuperado por la Fundación en Buenos Aires, o un misterioso retrato de caballero, de quien se desconoce el nombre, pero que resulta extraordinario por ejecución y efecto.

En sus lienzos quedaron inmortalizados los personajes principales de la sociedad de su tiempo, desde la aristocracia hasta los artistas y escritores, sin olvidar a sus amigos y modelos preferidos. Así, destacan los retratos del general Wayler, 'Florencia en su jardín', Nelly, Alfonso XIII, el Duque de Alba, Cleo de Meròde o Pastora Imperio.