No importa si el espacio  verde del que se dispone es grande o pequeño. Sea como sea, uno mismo puede diseñarlo paso a paso y sin dificultad, atendiendo a unas cuantas normas elementales.

A tener en cuenta

Superficie: Lo primero es confeccionar un plano exacto con las medidas y los elementos que rodean el terreno.

Uso: Los jardines no tienen por qué tener sólo una función decorativa. Eso sí, para poder utilizar una parte como huerto habrá que contar con un sistema de riego por goteo.

Forma: Los rectángulos amplios y los óvalos son las mejores formas para crear una sensación de serenidad. Si no se dispone de mucho espacio, lo mejor es utilizar arbustos en forma circular distribuidos por todo el jardín.

Color: Los azules, los violetas y el blanco producen sensación de relajación, mientras que los grises y verdes apagados o azulados dan melancolía. El rojo es el color que más juego da, por el efecto contraste que hace con el verde.

Especies: Es recomendable utilizar plantas resistentes y, preferiblemente, que sean de secano. Entre las más utilizadas están las arizónicas, la buganvilla, el endrino y las plantas aromáticas, entre otras.