Mi perro cojeaba y tuve que operarle. Tras dormir y abrir al perro, me preguntó a mí qué tenía que hacer. Después decidió ponerle un hierro en la pata, pero el perro seguía mal. Con una segunda opinión de otro veterinario comprobé que era mentira.
¿Qué explicación le dio?
Primero dijo que se lo había puesto, y finalmente, que se lo había sacado.
¿Qué pides ahora?
Espero recuperar los gastos de 490 euros por esta operación y una indemnización. Es una negligencia médica y un engaño.
Bio
Fátima conoció a Figo en Portugal. El perro, un pastor de aguas, tiene ahora dos años y fue abandonado en el país vecino con una pata rota. La odisea comenzó el 1 de agosto de 2005.
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