Con un currículo "engordado", optimismo renovado y mejor inglés, veintidós jóvenes españoles regresan hoy a España después de pasar siete semanas haciendo prácticas laborales en empresas de diversos sectores de Dublín.

La oportunidad les ha llegado de la mano de un programa educativo y de fomento del empleo financiado por Caja Madrid orientado a potenciar el desarrollo de la Formación Profesional en España desde una perspectiva europea.

En marcha desde 1998, su principal objetivo es dar la posibilidad a los estudiantes becados de tener una experiencia laboral y complementar su formación gracias al conocimiento de otros idiomas y culturas, explicó su coordinadora en Dublín, Mercedes Cámara.

"Cada uno de ellos trabaja en su especialidad, en una empresa irlandesa, en un entorno irlandés y tiene una experiencia real de lo que es el mundo laboral en este país. Todos están haciendo trabajos reales, como cualquier otro empleado, aunque no esté remunerado".

Después de duros recortes, los indicadores económicos dicen que Irlanda comienza a dejar atrás la grave crisis que obligó a su Gobierno a pedir un rescate en 2010 a la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional por 85.000 millones de euros.

La tasa de paro en la República de Irlanda está por debajo del 13,5% después de alcanzar casi un diecinueve hace dos años. Está lejos, no obstante, del alto desempleo que castiga a España, sobre todo a los más jóvenes, ya que en el segmento de los que tienen hasta veintinueve años llega al 54%.

No es raro, pues, que alguno de estos becados encuentre trabajo después de las prácticas en Dublín o, en caso contrario, que la experiencia le sirva para contemplar otras alternativas fuera de sus fronteras.

Es el caso de Carlos Munilla de Miguel, de veintidós años, quien tras finalizar el Grado Superior del módulo profesional de "desarrollo de aplicaciones informáticas" accedió en 2012 a una de esas becas y ahora trabaja en la capital irlandesa en Eircom, la mayor compañía de telecomunicaciones del país.

"Pienso que mi experiencia como becario ha influido totalmente para conseguir el puesto de trabajo que ahora estoy desempeñando en Dublín. La iniciativa de continuar trabajando aquí fue mía, debido a que en España la situación está difícil", afirma.

A Jorge García, de diecinueve años y estudiante de desarrollo de aplicaciones web, también le han ofrecido un contrato después de las prácticas desarrolladas durante las últimas siete semanas en una empresa en la que se ocupaba de la gestión y mantenimiento de su página web.

"Es muy tentador, pero prefiero acabar mis estudios", reconoce García, para quien, además, el idioma inglés "es una herramienta básica" que espera que valoren las empresas del sector cuando busque trabajo.

Celebra tener ya experiencia laboral: "Espero que eso me ayude bastante a encontrar un empleo cuando termine mis estudios, el año que viene. Quiero desarrollar mis habilidades lo mejor que pueda y llegar a lo más alto posible".

Entre los que regresan a España para completar su formación pero no descartan regresar a Irlanda figura Nadia Romero, de veintisiete años, licenciada en Bellas Artes y estudiante ahora de un ciclo formativo de arte textil.

"El currículum tiene ahora un aspecto mejor", destaca Romero, que ha trabajado en una empresa de diseño textil para medios de transporte y que siempre había querido estar un tiempo fuera.

Destaca la buena experiencia que cree que le abrirá "bastantes puertas. No sé si en España o fuera, donde también voy a buscar. Te abre miras. Sobre todo para mi área de especialidad".

No es fácil tampoco encontrar ahora trabajo en España en la sanidad, asegura Sandra Domínguez, de veinticuatro años, quien ha estudiado un ciclo de grado medio de auxiliar de enfermería y en Dublín las prácticas la llevaron al National Maternity Hospital.

"He disfrutado de una experiencia que no todo el mundo puede destacar. Seguro que, además, engorda el currículum. Ahora lo que toca es encontrar trabajo en España", dice.