Los trabajadores de Sniace iniciarán este domingo, 22 de septiembre, un nuevo encierro en las instalaciones de la fábrica de Torrelavega, que se prolongará de manera indefinida, mientras duren las negociaciones con la dirección.

Y es que el comité de empresa está dispuesto a negociar "lo que haga falta" pero siempre y cuando "desaparezca la presión" que supone el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de extinción para toda la plantilla, que acarrearía el despido de los 533 trabajadores de la planta torrelaveguense.

Así, el comité acudirá el lunes 23 a la reunión con la dirección con un acuerdo de mínimos en el que solicita la retirada del ERE y que no haya "despidos" el día 24. A cambio, los representantes de los trabajadores están dispuestos a negociar las jubilaciones planteadas, 146, y "lo que haga falta", incluido los despidos que conllevaría el plan de viabilidad, 81 según la última oferta de la dirección, así como las indemnizaciones a percibir.

Pero todo ello se abordaría sin "la presión" del ERE de extinción para los 533 trabajadores de Sniace, ha recalcado el secretario del comité, Antonio Pérez Portilla, que ha anunciado que los empleados iniciarán el domingo, a partir de las tres de la tarde, un nuevo encierro en las instalaciones de la factoría.

En este sentido, ha hecho un llamamiento a los empleados a participar en esta nueva convocatoria, que se llevó a cabo hace unos meses, pues se están "jugando el despido de media plantilla".

Dispuestos a negociar,

Pero sin la "presión" de los despidos

En declaraciones a Europa Press al término de la reunión del comité de empresa y la asamblea de trabajadores celebradas este viernes, Pérez Portilla ha señalado que la retirada de la "presión" del ERE supone una forma "más racional" de acometer las negociaciones, sobre todo si se compara con el "ultimátum" dado por Sniace, para que acepten los despidos propuestos (227 con jubilaciones y despidos "puros y duros") o, si no, aplica el expediente para los 533 empleados.

Y aunque el comité tiene "esperanzas" de que la dirección acepte su planteamiento, recuerdan que la dirección lleva "nueve meses" asegurándoles que no iba a haber ningún despido en la fábrica si se solucionaba la situación en materia medioambiental y se abría la planta de Viscocel.

Tan solo, ha apuntado Pérez Portilla, se acometerían prejubilaciones y se acordaría una rebaja salaria que estaban "dispuestos a negociar". Pero, como ha lamentado, en las últimas semanas la empresa se ha "descolgado" con despidos, por lo que creen que les han "engañado y ninguneado".

Así, después de haberse "pateado toda Cantabria durante casi diez meses", la dirección "ahora" habla de "despidos puros y duros", así como de indemnizaciones de 20 días por año trabajado, lo que son "suficientes motivos" para estar en desacuerdo.

Con todo ello, Pérez Portilla han pedido al presidente regional, Ignacio Diego, -que se encuentra en viaje oficial en México- que "interceda" ante la fábrica para que acceda a negociar pero "razonablemente" y se eviten "despidos masivos".

MANIFESTACIÓN,

Concentración y encierro

En cuanto a las movilizaciones, y después de la manifestación de este viernes, la última de las programadas, —y a la que esperan "bastante más gente" que en las anteriores—, los trabajadores se concentrarán este sábado, de 12 a 13 horas, ante el Ayuntamiento de Torrelavega, junto a los empleados de Golden Line.

Además, este domingo, día 22, iniciarán un nuevo encierro en las instalaciones de la factoría, de carácter indefinido, que se prolongará mientras duren las negociaciones con la dirección.