Las 40 regiones españolas entre las que se repartirán las ayudas de la nueva Política Agrícola Común (PAC) podrían coincidir con las agrupaciones de comarcas agrarias, según el modelo en el que está trabajando el Gobierno que, sin embargo, aún no precisa ni cómo quedarán limitados esos territorios ni qué municipios integrarán cada una de las nuevas zonas.

Así consta en una respuesta del Ministerio de Agricultura al portavoz socialista del ramo en el Congreso, Alejandro Alonso, quien pocos días después de alcanzarse un acuerdo entre los 27 para la reforma de la PAC, que estará vigente entre 2014 y 2020, preguntó al Gobierno por el detalle de estas nuevas regiones entre las que se repartirán las ayudas.

En su respuesta, que recoge Europa Press, el Gobierno no da detalles sobre cuáles serán los límites geográficos de cada zona, pero avanza que se está trabajando desde hace meses en "simulaciones con distintos tipos de modelos de regionalización" para "valorar cuál se adapta mejor a la diversidad agrícola española y procura una menor transferencia de importes de ayudas".

"El modelo más adecuado a estos objetivos se basa en una división territorial por agrupaciones de comarcas agrarias con importes homogéneos de ayudas por tipo de superficie. La comarca es la mejor aproximación a las realidades agrarias de nuestro país, distinguiendo dentro de cada una de ellas cuatro tipos de superficies cultivadas: cultivos herbáceos de secano, de regadío, cultivos permanentes y pastos", señala el Gobierno, que insiste en cualquier caso en que la delimitación definitiva será resultado de un acuerdo con comunidades autónomas y organizaciones agrarias.

Sistema flexible

Además, el Ejecutivo subraya que el acuerdo alcanzado consagra la "flexibilidad necesaria" para poder adaptar las ayudas a "las peculiaridades de las agriculturas" de cada estado miembro "sin perder la coherencia y el equilibrio", superando así la rigidez que a juicio del ministro de Agricultura español, Miguel Arias Cañete, conllevaba la aplicación una 'tasa plana', es decir, una ayuda igual por hectárea para todos los productores de un estado miembro o región en un proceso de convergencia interna plena.

Así, las 40 regiones serán homogéneas en términos internos, y entre ellas se repartirán las ayudas por hectáreas, que contarán con un presupuesto máximo de 37.705 millones de euros para el sexenio, lo que en palabras de Cañete "permitirá que los territorios y los agricultores no pierdan recursos".