La intervención, con un presupuesto de 1,9 millones y 20 meses de plazo de ejecución, consistirá en la reforma integral de toda la fachada exterior, de forma que las distintas etapas de ampliación del monumento durante el siglo XIV se reflejen en los aparejos, la dimensión de los sillares y la ornamentación.

Esta restauración forma parte del plan de choque de la Junta para revitalizar el Puente Romano y los monumentos y espacios públicos de sus alrededores.

Cierre del museo

La reforma del monumento también prevé la renovación del sistema eléctrico del museo de las tres culturas de la Fundación Roger Garaudy. De igual modo se aprovechará la intervención para mejorar el sistema de climatización de las 14 salas que conforman este espacio museístico.

A pesar de que los trabajos aún no han comenzado, el museo se encuentra ya cerrado, y previsiblemente no abrirá al público hasta dentro de dos meses y medio, que es lo que durarán las obras. Así lo anuncia el personal del centro, que explica que como consecuencia de los trabajos se han suspendido los contratos de siete empleados del museo.

Se acabó el «zurcido» de piedra

La restauración de la fachada de La Calahorra y la barbacana (muro exterior que rodea al monumento) no utilizará sillares nuevos para evitar el impacto visual negativo que dan la instalación de nuevos bloques. En su lugar se restaurarán los sillares dañados con inyecciones de mortero con cal para tapar los huecos y fortalecer los elementos. Se trata de la restauración de cada bloque de piedra para evitar el efecto «zurcido» que da la sustitución de sillares dañados por otros nuevos.