Una docena de personas con enfermedad mental se forma en cocina como herramienta de integración laboral

Una docena de personas con enfermedad mental de la Residencia de Toro que gestiona la Fundación Intras se ha formado en cocina para buscar su inserción social, algo que han logrado tres de ellas gracias a un programa europeo que ha desarrollado esta organización en el último año.
Proyecto Suvot de integración para personas con enfermedad mental
Proyecto Suvot de integración para personas con enfermedad mental
EUROPA PRESS
Proyecto Suvot de integración para personas con enfermedad mental

Una docena de personas con enfermedad mental de la Residencia de Toro que gestiona la Fundación Intras se ha formado en cocina para buscar su inserción social, algo que han logrado tres de ellas gracias a un programa europeo que ha desarrollado esta organización en el último año.

El programa, denominado Suvot, ha contado con la participación de organizaciones de España (Fundación Intras), Eslovenia, Alemania y Polonia, ha propiciado la formación de más de 30 personas, 12 de ellas en España, con enfermedad mental grave y prolongada (fundamentalmente esquizofrenia y trastorno bipolar).

Precisamente los participantes españoles han asistido este miércoles a un 'show cooking' en la Escuela Internacional de Cocina Fernando Pérez de Valladolid, con la que la Fundación Intras pretende establecer una colaboración a largo o medio plazo para que las personas que participen en sus actividades formativas puedan desarrollar cursos en la misma.

El director gerente de la Fundación, Pablo Gómez, ha expresado el deseo de que se pueda colaborar en el futuro en el marco de la presentación del programa Suvot, un acto al que han asistido también el director general de Familia y Políticas sociales, Carlos Raúl de Pablos; el vicepresidente segundo de la Cámara de Comercio, Antonio Rodríguez, y Mateja Kramberger, representante de uno de los socios esloveno del proyecto.

Este proyecto, que en España ha supuesto un coste de 300.000 euros —financiado en un 75 por ciento por la UE—, ha permitido que los 12 alumnos se formaran y realizaran prácticas posteriormente en el Centro Especial de Empleo que la Fundación tiene en Toro (Zamora), donde se ha contratado a tres personas como camareros o cocineros.

La iniciativa, que persigue la integración laboral de estas personas que sufren una discapacidad intelectual pero además una importante "estigmatización", ha dado muy buen resultado y tendrá continuidad, según ha explicado la gestora de proyectos de la Fundación, Laura Martínez, quien ha incidido en que personas que no han participado en estos cursos han pedido hacerlo en los que se desarrollen en el futuro.

Nicho laboral

El hecho de que se buscara la cocina se debe fundamentalmente a la existencia de un posible nicho de mercado para la inserción de estas personas, ha asegurado Laura Martínez, quien ha incidido en que el ha sido "muy motivador" para los alumnos debido a que el resultado es tangible y lo pueden mostrar con compañeros, alumnos o familiares.

El proyecto se inició hace tres años y se ha desarrollado en varias fases, todas con el objetivo de perseguir la inserción de estas personas que cuentan con una importante dificultad para encontrar un empleo, la mejor forma para buscar su integración, ha destacado el director general de Familia y Políticas Sociales.

De esta forma, en una primera fase se desarrollaron los materiales para la formación para después, en una segunda, formar a aquellas personas que posteriormente iban a impartir clases a los alumnos, trabajo que se desarrolló también en Alemania.

Además de la formación culinaria, los alumnos también han trabajado aspectos como habilidades sociales, de comunicación o control de impulsos, necesarias para insertarse en el mercado laboral.

Los socios del proyecto han destacado la satisfacción por el número de participantes y las personas que se han beneficiado del programa, que pretende tener continuidad en el futuro.

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