La Policía interroga uno a uno a los habitantes de Fago en busca de pistas que aclaren la muerte de su alcalde

Familiares y amigos de Miguel Grima, alcalde de Fago, se saludan antes de su sepelio (Foto: Efe)
Familiares y amigos de Miguel Grima, alcalde de Fago, se saludan antes de su sepelio (Foto: Efe)
Pablo Otín / Efe
Familiares y amigos de Miguel Grima, alcalde de Fago, se saludan antes de su sepelio (Foto: Efe)
El hermetismo y el sigilo marcan el ritmo de la investigación abierta en torno al asesinato del alcalde del pequeño pueblo pirenaico de Fago (Huesca), Miguel Grima,
asesinado la noche del pasado viernes de un disparo hecho con una escopeta de postas y arrojado a un barranco cercano a su localidad.

El desarrollo de las pesquisas coincidió el martes con el entierro del alcalde en la población de Sabiñánigo, acto que se celebró en la más estricta intimidad a petición expresa de la mujer del fallecido, cuyo cuerpo no fue incinerado por orden de la juez de Jaca que investiga el caso.

La Guardia Civil continúa con las tomas de declaración a los vecinos para indagar en las relaciones que mantenían con el edil y conocer si habían observado en el pueblo la presencia de personas que les hubiera llamado la atención, según informaron fuentes cercanas a la investigación.

También fue llamado el martes a declarar el presidente provincial del PP en la provincia de Huesca, Antonio Torres, para informar de las supuestas amenazas de las que era víctima el alcalde por parte de personas con las que mantenía algún tipo de conflicto.

Torres desveló horas después de ser hallado el cadáver del edil en un barranco situado junto a la carretera que une las poblaciones de Fago y Majones que acompañó a Grima en abril del año pasado a la Subdelegación del Gobierno en Huesca para expresar su preocupación ante las amenazas.

Las fuentes explicaron que la Guardia Civil ha tomado ya declaración a personas del entorno del alcalde e inspeccionado sus archivos y documentos, tanto los depositados en el Ayuntamiento de Fago como en su propio domicilio, en busca de datos que pudieran aclarar las circunstancias de su muerte.

Mutismo entre los vecinos

Del mutismo de los investigadores participan los vecinos de la población, que se limitan a realizar breves comentarios a las preguntas de los periodistas desplazados a Fago o, simplemente, a eludirlas.

Se mantiene la hipótesis de que Miguel Grima pudo ser víctima, el pasado viernes, de una emboscada cuando regresaba por carretera con su automóvil de una reunión celebrada en Jaca, en la sede de la Comarca de la Jacetania, de la que era consejero.

El alcalde, según esta hipótesis, fue obligado a detenerse a la salida de una curva cerrada por dos o más personas que le obligaron a salir del coche, que fue encontrado a unos doce kilómetros, en el municipio de Berdún, con golpes en el capó y la ventanilla rota del lado del conductor.

Los asesinos dieron varios golpes en la cabeza del edil antes de conseguir que saliera del vehículo y le dispararon en el pecho con una escopeta cargada con postas, cuatro de las cuales impactaron en el pecho, y posteriormente lo lanzaron por un barranco, donde el cadáver fue descubierto al día siguiente.

No se descarta "ninguna línea de investigación"

Los agentes que siguen las pesquisas no descartan hasta el momento ninguna de las líneas de investigación abiertas en torno al crimen de Miguel Grima.

Éste mantenía conflictos y litigios por asuntos de empadronamientos, de caza e inmobiliarios con algunos vecinos, pero, como resaltaron algunos de sus compañeros, iguales a los que se tienen en otros municipios.

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