Chile conmemora los 40 años del golpe de Pinochet y la muerte de Allende con división

  • Para el presidente chileno, el convservador Sebastián Piñera, el socialista Salvador Allende también fue responsable del golpe de Estado de Pinochet.
  • Para la opositora Michelle Bachelet, el golpe de Estado solo es responsabilidad de los que lo cometieron en 1973.
  • Isabel Allende, hija del difunto presidente, su padre fue "siempre fiel a su palabra".
Un hombre observa las ofrendas florales bajo la estatua del presidente Salvador Allende junto al Palacio de La Moneda.
Un hombre observa las ofrendas florales bajo la estatua del presidente Salvador Allende junto al Palacio de La Moneda.
EFE
Un hombre observa las ofrendas florales bajo la estatua del presidente Salvador Allende junto al Palacio de La Moneda.

Los antagonismos que desde hace 40 años separan a los chilenos afloraron este miércoles en la conmemoración del golpe que el 11 de septiembre de 1973 llevó al poder al general Augusto Pinochet y significó la muerte de Salvador Allende y el fin de su gobierno socialista.

La conmemoración, pese a coincidentes condenas de las violaciones de los derechos humanos cometidas en la dictadura y las invocaciones a la unidad y la reconciliación, tuvo nuevamente de espaldas a quienes estuvieron enfrentados hace 40 años.

Según el presidente Sebastián Piñera, el golpe militar fue responsabilidad, "muy especialmente", de quienes no respetaron el Estado de derecho, entre los cuales, a su juicio, estuvo el propio gobernante socialista, a quien ya había criticado el lunes.

Ese día afirmó que el gobierno de Allende "quebrantó la legalidad y el Estado de derecho", mientras hoy, tras una liturgia conmemorativa en La Moneda, opinó que la ruptura de la democracia fue responsabilidad "muy especialmente" de quienes "no respetaron el Estado de derecho".

El conservador mandatario chileno también afirmó en una entrevista publicada por la revista Time que Allende "no tuvo ningún respeto por la ley", aunque también consideró el golpe de Pinochet "una parte oscura de nuestra historia".

Los chilenos, dijo hoy Piñera, "no deberíamos olvidar" esa etapa de la historia", y llamó a superar "los traumas del pasado". La actual generación no debe traspasar a sus hijos y nietos "los mismos odios y querellas" y el mejor legado que puede dejarles "es un país reconciliado y en paz", agregó.

En esa línea, llamó "muy particularmente a los cuatro expresidentes" desde el retorno de la democracia a preguntarse "qué es más importante, lo que pasó 40 años atrás o lo que juntos vamos a pasar en los próximos 40 años", en alusión a Patricio Aylwin, Eduardo Frei, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet.

Ninguno de ellos asistió a los actos convocados por el gobierno y el lunes Bachelet, candidata opositora a las presidenciales de noviembre próximo, fue la única oradora en un acto conmemorativo convocado por su bloque político de centroizquierda. Bachelet afirmó que el golpe solo es responsabilidad de quienes lo cometieron y justificaron.

Fuera de La Moneda, quienes padecieron el golpe homenajearon este miércoles a Allende ante el monumento a su memoria situado frente a la sede del Ejecutivo. Desde dirigentes políticos a familiares de las víctimas de la dictadura llegaron al lugar, entre ellos la senadora socialista Isabel Allende, hija del presidente fallecido hace 40 años.

La parlamentaria resaltó que su padre fue un "líder consecuente, un luchador social siempre fiel a su palabra", y sostuvo que en el Chile actual Allende "se habría sentido orgulloso de ver a los estudiantes en la calle exigiendo una educación pública y gratuita"

"Tenemos que ser capaces de convocar a ese pueblo que nos critica porque nos siente distantes, que siente que todavía la injusticia predomina en nuestro país, que las desigualdades son muy grandes", dijo Isabel Allende, para quien se podrá avanzar hacia una mayor igualdad si el próximo gobierno lo encabeza Bachelet.

Sobre la petición de Piñera de superar "odios y querellas", la senadora reclamó verdad y justicia, y subrayó que estas demandas están "muy lejos de ser odio y venganza". Isabel Allende consideró que la memoria "es necesaria", por lo que "vamos a seguir luchando por la verdad y la justicia, y no vamos a parar hasta que en Chile no se conozcan todos y cada uno de los casos de violaciones a los derechos humanos".

Los homenajes a Allende, en los que estuvieron representantes del PSOE, incluyeron también un acto ante la tumba del mandatario en el Cementerio General de Santiago.  Además, el Congreso chileno se comprometió a promover el diálogo y no repetir "los errores y divisiones" del pasado, sino favorecer "la construcción de consensos".

Esos conceptos están contenidos en una declaración conjunta de los presidentes del Senado, el democristiano Jorge Pizarro, y de la Cámara de Diputados, el oficialista Edmundo Eluchans, en la que además condenan el golpe de hace 40 años.

El diputado y presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, afirmó durante la sesión que "debemos preguntarnos cuánta responsabilidad tiene esta Cámara, al haber aprobado el 22 de agosto de 1973 un acuerdo absolutamente inconstitucional contra el gobierno legítimamente constituido".

Al final de esta jornada antiguos sitios de asesinatos y tortura serán escenario de actos en recuerdo de las víctimas, como ya es tradicional en esta fecha.

El miércoles de madrugada 68 personas fueron detenidas, un autobús de transporte público dañado y tres automóviles destruidos en disturbios ocurridos con motivo de esta histórica fecha. Las autoridades gubernamentales y policiales consideraron, no obstante, que se trató de incidentes aislados que no perturbaron la tranquilidad.

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