Cinco municipios turolenses han perdido este curso 2013-2014 su escuela por falta de alumnado. Son Orrios, Torrijas, Crivillén, Mezquita de Jarque y Allepuz. Esta última localidad tenía cinco niños, Crivillén cuatro, y, en el resto, tres cada uno, mientras que el Departamento de Educación ha marcado el mínimo de seis escolares para mantener abiertas las aulas.

En Mezquita de Jarque, han afrontado la pérdida de la escuela con una apuesta novedosa para facilitar el traslado diario de los niños hasta el aula de Cuevas de Almudén, a cuatro kilómetros del municipio. El Ayuntamiento ha adquirido un vehículo para ocuparse del transporte escolar y que los pequeños puedan comer en sus casas.

En Orrios, intentaron conseguir atraer alguna familia con niños para evitar el cierre, pero no lo lograron y no hay menores que se vayan a incorporar en los próximos cursos.

En Crivillén, donde el pasado año se hizo un gran esfuerzo para que llegaran nuevos pobladores y mantener la escuela abierta, este año viven con desilusión el cierre del centro educativo. Los niños irán a clase en Andorra, a 17 kilómetros, y donde hay comedor escolar. Mientras, los alumnos de Torrijas irán a clase en Los Cerezos, a unos 12 kilómetros.

En Allepuz, realizaron gestiones desde finales de 2012 para buscar alguna familia que se instalara en el pueblo, pero no prosperaron. Los padres han podido elegir entre Cedrillas y Villarroya de los Pinares para llevar este curso a sus hijos.

CONTINUIDAD

Por otra parte, en el municipio de Arcos de las Salinas, donde hay cinco niños, la continuidad está garantizada porque el próximo año se escolarizarán otros dos y, además, ha llegado un niño más este mes. En Pancrudo, la colaboración entre el ayuntamiento y la comarca ha permitido la llegada de una familia con niños.

En la provincia de Teruel, hay 47 aulas con diez o menos alumnos y en el conjunto de Aragón hay 368 localidades con aulas rurales, de las que 92 tienen ese mismo número de escolares.